Pisos de protección extraoficial

Una quincena de vecinos con rentas bajas se instalan en viviendas vacías que consideran «realmente públicas».
Dos vecinos dentro de un piso de protección no oficial (H. Fernández).
Dos vecinos dentro de un piso de protección no oficial (H. Fernández).
Dos vecinos dentro de un piso de protección no oficial (H. Fernández).
Hartos de esperar a que les tocara un piso de protección, cansados de comprobar cómo el precio de la vivienda pública es igualmente inalcanzable para sus rentas bajas, un grupo de ciudadanos de todas las edades han decidido tomar la iniciativa y crear una Promoción de Vivienda Realmente Pública.Es el nombre que le han dado a la rehabilitación y posterior ocupación de seis pisos de un edificio de Ciutat Vella abandonado, según ellos, por el mobbing inmobiliario. Una presión denunciada por el resto de vecinos que pagan su alquiler a un propietario privado.

Desde hace unas semanas, una quincena de personas, trabajadores y familias, que argumentan que no pueden pagar una vivienda, viven en estos pisos, que aseguran están cerrados y abandonados desde hace tiempo. «Nosotros no somos okupas, si pudiésemos pagarnos un piso no hubiésemos entrado en estas viviendas abandonadas», aclara  a 20 minutos Sara, una de las personas que viven en el edificio de la calle Avinyó.

No se trata de una asociación o de un grupo de jóvenes anarquistas, insisten los ocupantes. Tienen en común únicamente la incapacidad para acceder a una vivienda.

Nuevo estilo ‘okupa’

Ésta es la cuarta Promoción de Vivienda Realmente Pública. Antes se rehabilitaron bloques de las calles Tallers, Amargós y Magdalenes, donde viven actualmente una cincuentena de personas.

«La vivienda es un derecho que debe estar garantizado y que no puede depender de un sorteo», argumentan. Crearán más «promociones» sin sorteo ni hipotecas desorbitadas. Pero extraoficiales.

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