Los ministros de Asuntos Exteriores de los países de la OTAN han llegado este jueves a un consenso para mantener la misión militar en Kosovo y reforzar sus 16.000 efectivos en caso necesario, a la espera de que la provincia serbia de mayoría albanesa realice una más que probable declaración de independencia.

El ministro belga de Asuntos Exteriores, Karel de Gucht, hizo este anuncio en rueda de prensa en su calidad de anfitrión de la cena "euroatlántica" en la que han estado presentes los máximos responsables de la diplomacia de la Unión Europea y los socios de la OTAN.

"El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop, ha dicho que si hacen falta más tropas estarán disponibles en un breve espacio de tiempo, y nadie lo ha puesto en cuestión", aseguró De Gucht.

También ha habido acuerdo sobre la validez de la base legal para que continúe la misión de la KFOR, aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en 1999 en virtud de la Resolución 1.244, tras los bombardeos de la OTAN para expulsar al ejército serbio. Sin embargo, los países europeos siguen sin lograr alcanzar una posición política unánime sobre una posible declaración de independencia de Kosovo, admitió el ministro. "Ha habido unanimidad en la necesidad de que se alcance un consenso político, la pregunta del millón es cómo llegar a ese consenso y cuál debe ser", resumió.

Postura de los países

De Gucht evitó revelar la posición expresada por cada país, excepto en el caso de Chipre, que "ha hecho pública su oposición (a la independencia de Kosovo) repetidamente".

Preguntado por la postura de España, que también ha expresado reticencias a una declaración soberanista unilateral, sólo matizó que el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, defendió en su calidad de presidente de turno de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que esta entidad debe permanecer en Kosovo.