"El mostrador de una farmacia es como un confesionario"

  • Nacida en Granada pero asentada en San Pedro desde los 19 años, cuenta con una trayectoria empresarial de 46 años.
  • Licenciada en Farmacia, es madre de cuatro hijos y presidenta de Fundaspandem, fundación tutelar de discapacitados.
  • El pasado fin de semana, recibo el premio empresario de CIT Marbella.
  • CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE MARBELLA
Con 16 años  montó su primer negocio y considera que hay que devolver a la vida un poco de lo mucho que te ha dado.
Con 16 años  montó su primer negocio y considera que hay que devolver a la vida un poco de lo mucho que te ha dado.
Gomez
Con 16 años  montó su primer negocio y considera que hay que devolver a la vida un poco de lo mucho que te ha dado.

¿A qué edad comenzó su andadura empresarial?

Nací en Granada pero me crié en Lanjarón donde mi padre era médico. A los ocho años me internaron en el colegio Sagrado Corazón de la capital, disfrutando sólo de Lanjarón en las vacaciones. De ahí que con 16 años, durante los meses de vacaciones de verano, monto una boutique, una perfumería y un garaje, asociada con el hijo de un gitano del pueblo.

¿Cómo da el salto de Lanjarón a Marbella?

Mi padre me matricula en Farmacia, pero tras realizar los dos primeros cursos, me casé. Por entonces, mi marido, farmacéutico, ya hacía tres años que había apostado por San Pedro Alcántara donde abre su farmacia, que el próximo 2008 celebrará su 50º Aniversario. En el aspecto empresarial, comienzo a montar tiendas de suvenires y de todo un poco. Finalmente, implanto una cadena de 14 boutiques de moda desde Sotogrande a Torremolinos. Una de ellas lo hago con Alfonso de Hohenlohe en el hotel Marbella Club. No ganamos pero tampoco perdimos, pero si nos lo pasamos muy bien.

Pero hoy día es titular de una farmacia

Por consejo de mi marido vuelvo a los estudios. He tenido la suerte de no tener un marido machista pese a la época. Así que combino limpiar zapatos de niños con estudiar. Nada más casarme me quedé embarazada. Cuando mi primera hija tenía 3 años, nacía mi cuarto hijo.

Terminé la carrera de farmacia tras tener mis cuatro hijos. Cuando íbamos a una boda, mi hija mayor preguntaba a la novia que ahora qué iba a estudiar.

Es curioso que para la época, la década de los sesenta, su marido le diera todo el apoyo y no implantase el concepto de una mujer debe estar en la casa.

Me siento muy orgullosa de mi marido. He tenido mucha suerte en ese aspecto. Es más. Cuando de pequeña llevábamos a mi primera hija a una boda, ella preguntaba a la novia que ahora que se casaba, qué iba a estudiar. Además de farmacia, me formé en muchas otras cosas. En broma, cuando abría el periódico y veía un anuncio de oposiciones aunque fuera a cartero, mi marido me preguntaba en broma si me iba a presentar.

Y de esta forma acaba de cumplir 46 años de profesión como empresaria.

Así es. Durante estos años hemos sido pioneros en muchas cosas, hemos tenido desde la primera farmacia que contaba con tienda, cafetería y quiosco de prensa, pasando por perfumerías e incluso una tapicería. En algún momento hemos estado en la cuerda floja, pero hemos sabido salir a adelante y remontar. Mi marido es una persona soñadora, cuyos sueños ha hecho realidad. Yo, simplemente, me incorporo a sus sueños.

Sin embargo, pese a su actividad empresarial, encuentra tiempo para iniciar proyectos sociales.

Haciendo balance, considero que hay que devolver a la vida un poco o un mucho de lo que te ha dado. Mi padre me dijo que si Dios me hizo fuente, tienes que dar agua.

Mi padre me dijo una vez que si Dios me hizo fuente, tienes que dar agua.

¿Qué le motiva a poner en marcha Fundaspandem?

El mostrador de una farmacia es como un confesionario. Muchas personas te cuentan sus necesidades. Tengo hijos años, así que pensé en ayudar a los que tienen hijos con deficiencias. Este año Fundaspandem -Fundación Tutelar para Personas con Discapacidad- acaba de cumplir 30 años. Su objetivo es aquellas personas que no tienen familia o cuyas familias les falta las fuerzas para tirar de ellos. El juez actúa como padre y nosotros como madre.

¿Cómo encuentra Marbella en estos momentos?

Marbella creo que empieza a ilusionarse de nuevo. La gente está ilusionada, al igual que nosotros.

¿Siguen apostando por Marbella y San Pedro como empresarios?

Por supuesto. Sólo decir que en plena crisis, hemos abierto la Clínica del Río en San Pedro. Somos una empresa familiar típica, con 100 empleados. Muchísimos trabajadores son del pueblo, algunos aún quedan que llevan toda la vida con nosotros, más de 40 años.

¿Qué ha sido para usted recibir el premio empresario CIT Marbella?

Hace 7 u 8 años, el CIT otorgó el premio asociación a Aspandem -dependiente hasta 2003 de Fundaspandem-, pero no a mí. Esta vez, es todo mío -bromea-. Es un premio que me ha hecho mucha ilusión porque me reconoce una labor a lo largo de los años y que me lo den en vida, sobre todo, porque no me gustan los premios pos mortis.

¿Cree que es el mejor broche final de su trayectoria empresarial?

Bueno, me siento como el descanso del guerrero. Creo que es momento de irme retirando y preocuparme más por mi marido y por mí. Pero yo no puedo dejar de trabajar, porque si no me muero. Me siento una mujer afortunada, porque me ha costado mucho lo que tengo, pero lo tengo.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE MARBELLA

Mostrar comentarios

Códigos Descuento