En concreto, los camareros de piso harán camas, limpiarán a fondo habitaciones y pasarán la aspiradora en una labor que desde la década de los 70 realizan las mujeres en el sector, con el fin de dar cumplimiento a la Ley de Igualdad, que establece equiparación de sexo en los puestos de trabajo, según informó el grupo en un comunicado.

El director de Recursos Humanos de Anfi, Santiago Zerpa, dijo que "los coletazos de la crisis económica ha provocado que exista una amplia demanda de hombres para limpiar en los puestos que tradicionalmente ocupan las cameras de piso". Posteriormente, la firma turística pretende incrementar la cifra de camareros de piso, ya que "están dando un rendimiento muy bueno y son muy bien aceptados por los propios clientes".

Zerpa sí que admitió que, en ocasiones, los clientes "muestran su sorpresa al ver a un hombre arreglando su habitación pero los turistas están encantados con estas nuevas incorporaciones de trabajadores".

Al respecto, uno de los camareros de piso José Ramos, aseguró que "es una gran suerte realizar un trabajo muy digno" que desempeñan con "mucho orgullo".

Por último, desde Anfi se asegura que en los puestos donde existe una equiparación de sexos, la productividad y el ambiente "es mucho mejor". En concreto, exponen que seis de cada diez empleados (60%) de la firma turística es mujer; y de los casi 1.000 trabajadores con que cuenta la compañía actualmente, casi 600 se corresponden con mujeres.

De este modo, la paridad entre ambos sexos se decanta del lado de las mujeres, diez puntos por encima de lo que determina la legislación laboral. Una tendencia que, señalan, en el caso de los puestos de responsabilidad también "es similar, ya que un 45 por ciento de los cargos de jefaturas lo cubren mujeres".

En este sentido, la igualdad entre hombre y mujer "se traslada de forma plena" al ámbito salarial, ya que en circunstancias similares (mismo nivel de estudios, edad, experiencia, cargas familiares o historial laboral) "no existen diferencias salariales de ningún tipo". "Siempre se ha cuidado al máximo que la equiparación de sueldos sea rigurosa, independientemente del sexo", concluye Zerpa.