En marcha las obras que liberarán de perros al Turó Park

  • Este lunes ha comenzado la reforma de este parque de Barcelona y una vez termine, los canes ya no podrán acceder.
  • Las obras acabarán en abril de 2018 y no supondrán cerrar este espacio verde a la ciudadanía.
  • A cambio de vetar la entrada a los perros, se creará un área para ellos a poca distancia.
Una imagen de archivo de un área para perros de Barcelona.
Una imagen de archivo de un área para perros de Barcelona.
Associació de Veïns i Comerciants del Turó Parc
Una imagen de archivo de un área para perros de Barcelona.

Empieza el tiempo de descuento para que los perros tengan la entrada vetada al Turó Park. Y es que los vecinos de este pulmón verde del distrito de Sarrià-Sant Gervasi pactaron con el Ayuntamiento de Barcelona que se prohibiera el acceso a los canes tras su reforma y esta ha empezado este lunes y se espera que termine en abril del año que viene.

Estos animales, sin embargo, han ganado tiempo para poder seguir disfrutando del parque, pues las obras se han puesto en marcha con tres meses de retraso respecto a las previsiones iniciales del Consistorio, que marcaban el pasado julio como fecha de inicio.

Como contrapartida a la prohibición de perros en este espacio, el Ayuntamiento habilitará otro para ellos a poca distancia, en los Jardins de Piscines i Esports, que contará con 1.300 m2 de superficie y una zona de juegos. Los trabajos para hacer realidad este área empezarán en la segunda quincena de noviembre y tendrán una duración aproximada de tres meses y medio.

La gran presencia de canes, apuntan desde el Consistorio, es lo que ha provocado, en parte, que el Turó Park se haya deteriorado y que ahora necesite una rehabilitación. Esta supondrá una inversión de 806.000 euros y no comportará el cierre del espacio, que mantendrá un mínimo de dos de sus cinco accesos abiertos. Los primeros que se cerrarán son el de la calle Francesc Pérez Cabrero y el de la esquina de esta vía con Josep Bertrand y luego se irán abriendo y clausurando otros en función de lo que pida la intervención.

La reforma prevé una rehabilitación integral del lago, cuyo vaso se impermiabilizará para que no haya escapes. Para llevar a cabo las obras, se deberá vaciar de agua, por lo que se trasladará su fauna temporalmente.

En el parque también se plantarán 12 árboles –entre ellos tilos, encinas y plataneros– y se podarán otros 100. Además, se renovarán 3.200 m2 de césped, 1.800 arbustos y 3.000 m2 de arena en los caminos.

Y no solo se intervendrá sobre los elementos naturales. Está previsto, asimismo, mejorar el 20% de la red de regadío más envejecida, actualizar el área de juegos infantiles y sustituir 101 bancos y 47 papeleras.

Además, se renovará la señalización del parque y se recuperará el antiguo teatrillo para marionetas, que tendrá una programación estable una vez terminen los trabajos.

El Turó Park nació como parque de atracciones en 1912 y funcionó como tal hasta 1929. En 1934, el arquitecto Nicolau M. Rubió i Tudurí, entonces director del servicio de Parcs i Jardins de Barcelona, lo transformó en un espacio de uso vecinal. La última restauración integral del parque data de 2001, año en que también se reurbanizaron las calles que lo rodean.

Solo una de las 10 áreas de perros prometidas

Por el momento, el Ayuntamiento solo ha construido una de las zonas de recreo de 700 m2 para perros que el plan municipal contempla en cada distrito, la de Nou Barris. Una vez este esté totalmente ejecutado, Barcelona contará con 38.000 m2 para estos animales, 5.000 más que actualmente.

En noviembre empezarán las obras del área de 700 m2 de Sant Andreu y durarán dos meses.

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