Ahora sólo recuerdan «una luz que se les echó encima». Chocaron contra otro vehículo en el barrio de Pajarillos y días más tarde falleció la pequeña Kerly.

Los hermanos todavía no lo saben y su padre, que había mejorado y estaba en planta, al darle la noticia, ha sufrido una recaída. «Tiene fiebres altas y los médicos no saben por qué, se niega incluso a comer», asegura Margarita, que, aunque fue trasladada ayer del Río Hortega al Clínico, no ha podido ver todavía a su marido.

Agradecen mucho que el colegio Virgen Niña se haya volcado con ellos y que estén haciendo una colecta para ayudarlos porque están muy preocupados. «Ya no es sólo la incineración, sino que vamos a tener que pagar las costas del hospital porque el coche en el que volvíamos a casa era de la empresa de mi marido y, al parecer, no tenía seguro», relata Margarita muy apenada a 20 minutos.

Los niños ya están bien, pero ella acaba de salir de una operación de mandíbula, tiene la cadera astillada, la pierna izquierda escayolada y, por lo que le dicen los médicos, alguna vértebra tocada. «Creo que me van a dar el alta dentro de poco porque lo que hago aquí, según me dicen, lo puedo hacer en casa. No tengo a nadie que me pueda ayudar, porque mi cuñada trabaja», asegura.

El conductor con el que colisionaron les ha dicho por teléfono que no piensa denunciar. «Ahora es un tema de aseguradores y nos tememos lo peor, ya no tenemos más para ayudar, no vamos a poder afrontar tanto gasto», dice su cuñada.

Ni siquiera han podido asistir a la incineración de su niña, pero ahora les toca luchar por los otros dos. Si alguien quiere ayudar, puede ponerse en contacto con el colegio Virgen Niña de Las Delicias, tlf. 983 230 422.