El retorno del cretense

Ya se puede visitar la colección de El Greco más representativa y numerosa del mundo, compuesta por 37 piezas autógrafas y otras 10 de sus seguidores.
La Trinidad.
La Trinidad.
La Trinidad.

El Museo del Prado dedicó a El Greco su primera exposición monográfica, celebrada en 1902. La muestra incluía la veintena de obras suyas que en aquel momento poseía la pinacoteca.

Un siglo más tarde, el museo vuelve a reunir la colección del artista cretense. Pero ahora el Prado puede exhibir 37 piezas autógrafas, y lo hace acompañándolas de otras diez elaboradas por personas de su entorno.

El resultado, la exposición más representativa de El Greco en el mundo, puede visitarse desde hoy mismo hasta el 10 de febrero del año próximo. Y no sólo ofrece al público un acercamiento a la obra del maestro y sus seguidores, sino también a la curiosa manera en que sus piezas fueron ingresando en la pinacoteca.

El recorrido comienza, así, con una galería de retratos, las primeras obras del maestro cretense que se incorporaron al Prado, entre los que destaca El caballero de la mano en el pecho. Junto a ellos se exhibe también la pintura religiosa La Trinidad.

En 1872 el Museo recibió otras escenas religiosas, como La Anunciación. Y entre 1915 y 1962 se donaron a la pinacoteca, entre otras, el San Sebastián y las esculturas Epimeteo y Pandora.

El Prado cerró su colección adquiriendo, más tarde, obras como La adoración de los pastores o el lienzo Fábula. A todas ellas se añaden en Los grecos del Prado la decena de piezas firmadas por artistas cercanos al emblemático cretense, como Jorge Manuel Theocopuli.

* Museo del Prado: Prado, s/n. De 9 a 20 h. Entrada general: 6 €.

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