La concejala de Turismo, Marta Lois, ha presentado este jueves las conclusiones de este estudio junto al autor del informe, que será presentado en detalle en la próxima reunión del Consello Municipal de Turismo.

Tras repasar las experiencias previas en el entorno y la demanda en Santiago, Luis Caramés concluye que sería adecuada la instauración de una tasa turística en la ciudad que, a priori, no tendría efecto negativo en la cifra de visitantes y que supondría un millón de euros de retorno para la ciudad.

La simulación realizada, con diferentes precios según categoría del establecimiento en que se realice el alojamiento, se decanta por una "tasa moderada", de una media de un euro por viajero y noche. No obstante, el catedrático ha instado a explorar otro tipo de posibilidades para que también los excursionistas -aquellos que no pernoctan- contribuyan a la tasa.

SIN REPERCUSIONES NEGATIVAS

Según los datos recogidos en el estudio, la aplicación de tasas turísticas en otras ciudades europeas indican que no tienen repercusiones negativas en el volumen de turistas. De hecho, Caramés ha apuntado que la ciudad de Barcelona ha incrementado un 20 por ciento sus pernoctaciones desde la instauración de la tasa turística.

El experto ha mencionado que este tipo de tasa, que revierte directamente en la mejora de la propia ciudad, es habitual en diferentes puntos de Europa, como en Francia, donde cuenta con gran tradición histórica, como en Portugal, Alemania o Bélgica, así como en Italia, donde más de cien localidades cuentan con tasa turística.

Entre los retos para este mecanismo, Caramés ha señalado la necesidad de que sea una cifra "moderada" y "proporcionada" a la época del año y el tipo de alojamiento, así como los problemas que plantean los "alojamientos irregulares". "Sin embargo, esto no es un problema de la tasa, si no de la falta de regulación de estos establecimientos", ha apuntado.

MASIFICACIÓN

Marta Lois ha recordado que Santiago está viviendo un "gran crecimiento turístico" que se espera que continúe de forma "importante" hasta 2021, lo que hace necesario poner en marcha medidas que permitan hacerlo "compatible con los usos locales de la ciudad", ordenarlo y evitar "la masificación de la Catedral y de sus plazas".

En la misma línea, Luis Caramés ha reclamado una atención "prioritaria" a las políticas de movilidad y a que los usos turísticos puedan "mezclarse" con los cotidianos, de modo que la experiencia turística sea mejor tanto para el visitante como para el residente.

El Ayuntamiento de Santiago, ha garantizado Marta Lois, mantiene "abierto el debate" sobre la necesidad de implantar una tasa turística, algo a lo que confía en que contribuya este estudio "documentado y serio".