Los chóferes de Alicante se exponen diariamente, como mínimo, a una agresión verbal que procede, por lo general, de los usuarios del transporte público o de los conductores de otros vehículos. En ocasiones, «estos incidentes son físicos», asegura Juan Jesús Garrido, presidente del comité de empresa de Masatusa (empresa concesionaria del autobús urbano), «como el lanzamiento de piedras a las lunas de los vehículos o escupitajos de motoristas a conductores», añade. Pese a que las agresiones físicas a los chóferes son ocasionales, Garrido destaca que «de haberlas, se dan en Juan XXIII y las Mil Viviendas».

Cuando se producen los incidentes, los conductores echan de menos la seguridad.

Estamos desprotegidos; nos increpan, cuando intentas hacer tu trabajo lo mejor posible», señala Garrido, quien añade que son «el primer blanco de sus iras, pero la empresa tiene su parte de culpa también».

Frenazos en seco por maniobras imprudentes o averías de los vehículos que provocan retrasos en las paradas son los incidentes que más enervan a los pasajeros.

Cuéntanos...

...qué línea de bus utilizas y cómo funciona. Escríbenos a nosevendealicante@20minutos.es

Los clientes no hacen trampas

Los fallos en la canceladora de los bonobuses o las averías con el aire acondicionado en verano «suelen provocar el enfado de los pasajeros del autobús, aunque en general no suelen ser muy violentos. Regañan un poco y ya está. Lo mejor es que no intentan colarse gratis», indica Garrido. Y es que para el presidente del comité de empresa de Masatusa, paciencia y mucha mano izquierda son las características que debe tener un buen conductor de autobús para afrontar los incidentes con los usuarios.