El presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, ha señalado este martes, durante la inauguración de unas jornadas de coordinación de defensores del pueblo, que "corren malos tiempos para el Estado de Derecho" español y ha recordado la obligación de los "servidores públicos" de "cumplir y hacer cumplir la Constitución".

En el arranque de estas sesiones centradas en el derecho de acceso a la información pública y a la transparencia, organizadas por el Valedor do Pobo y que acoge la Cámara autonómica, Santalices ha reflexionado sobre "los malos tiempos que corren" para el Estado de Derecho y ha apuntado que, cada uno en la medida de sus posibilidades, es necesario "contribuir a superar" esta situación.

Después de un fin de semana marcado por la situación catalana y el referéndum del 1 de octubre y ante las jornadas sobre transparencia, ha remarcado que sobre los servidores públicos recae "un especial deber de ejemplaridad en el comportamiento", pero también "una obligación de cumplir y hacer cumplir la Constitución y todas las leyes" que de ella se derivan.

"Al margen del Estado de Derecho solo quedan la arbitrariedad y el totalitarismo, y estas no pueden ser las bases del futuro", ha remarcado el jefe del Legislativo autonómico. Previamente, también había reflexionado sobre lo ocurrido este fin de semana el Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán.

En concreto, éste ha incidido en la importancia de que la política y quienes están al frente de las instituciones públicas "recuperen la credibilidad" y la confianza de los ciudadanos.

Ha subrayado que la transparencia puede contribuir a ello, antes de manifestar su deseo de que tomar "distancia" de los hechos del pasado fin de semana y recuperar "el equilibrio" permita ratificar esta "reflexión" y que no quede solo como una muestra de "ingenuidad política".

COMPETENCIAS E INDEPENDENCIA

Santalices ha subrayado, por su parte, que los cambios sociales registrados en los últimos años, junto con la crisis económica, implican "redobladas demandas de transparencia, honestidad y eficiencia en el uso de los recursos públicos".

"Gestionar con honestidad y eficiencia no resulta suficiente en nuestros días. A estas lógicas y crecientes exigencias legales y éticas se suma un deber de transparencia", ha apuntado, antes de indicar que, en el caso gallego, se ha plasmado esta pretensión en diferentes textos legales.

Entre las normas aprobadas por la Cámara gallega en el ámbito de la regeneración democrática, ha aludido a la ley de transparencia y buen gobierno y a la de reforma del Consello de Contas. La primera atribuyó al Valedor funciones de comisionado de transparencia; mientras que la segunda otorgó a Contas nuevas competencias en materia de prevención de la corrupción.

Según el presidente de la Cámara, se reforzaron así "la independencia" y las "competencias" de ambas instituciones sin crear nuevas estructuras que habrían consumido recursos económicos adicionales. "Cuando se trata de velar por el cumplimiento de la legalidad racionalizar es siempre mejor que suprimir. Nuestra experiencia, al menos, así lo indica", ha aseverado.

De la institución del Valedor, que dirige Milagros Otero, también presente en la inauguración, ha subrayado que goza de un "creciente prestigio y respeto" en Galicia como consecuencia "del rigor y la independencia" con los que "la actual valedora y sus antecesores en el cargo han ejercido sus responsabilidades".

La valedora do Pobo, por su parte, ha defendido la importancia de los defensores del pueblo y la necesidad de trasladar a los ciudadanos que no se trata de instituciones pasivas, sino que están "vivas" y actúan incluso de forma "puntera" en la solución de algunas cuestiones que afectan a los ciudadanos.

PROGRAMA Y HOMENAJE

El programa se completa con varias conferencias sobre la transparencia, así como mesas de trabajo en torno a los avances en la materia en el ámbito de labor de los defensores del pueblo.

Asimismo, está previsto que defensores del Pueblo de toda España se desplacen este martes al cementerio de la parroquia de Faramontaos, en el municipio ourensano de A Merca, para homenajear a Miguel Ángel Blanco en el 20 aniversario de su asesinato a manos de ETA.