La Ertzaintza buscaba a Apaolaza desde la noche del domingo, cuando se produjo un incendio provocado en el edificio de Hacienda, donde se encontró el cadáver de otro vigilante de seguridad del inmueble, Florencio Parra, quien tenía un disparo en la cabeza.

El cuerpo de Apaolaza fue hallado el  martes por unos niños que jugaban al balón en las cercanías de un talud situado en uno de los bordes de la carretera que rodea el museo Kutxaespacio de la Ciencia, en una zona de difícil acceso y abundante vegetación ubicada en la zona de Miramón de la capital guipuzcoana.

Se espera que el análisis forense del cadáver de Manuel Ignacio Apaolaza esclarezca si el fallecimiento se debe a un suicidio o a un asesinato, por lo que en este momento todas las hipótesis en torno a este caso permanecen abiertas.

Investigaciones sobre el incendio en Hacienda

Por otra parte, el portavoz de la Diputación Foral de Guipúzcoa, Koldo Azkoitia, afirmó hoy que el responsable del incendio en el edificio de Hacienda "no actuó con objeto de hurtar o de utilizar la documentación existente" en dicho inmueble.

Azkoitia insistió en que "la confidencialidad de los datos obrantes en Hacienda es total", ya que los documentos no eran el objetivo del responsable del incendio.

A este caso se refirió también el consejero de Interior, Javier Balza, quien recordó que en los últimos años "la Ertzaintza ha resuelto todos los casos de homicidio que se han producido en esta comunidad y ha esclarecido hasta los últimos términos los motivos".