Los más avispados lograron entrar en el recinto antes de tiempo, ya que sobre las 18.00 h, una hora antes de la apertura oficial, se abrieron momentáneamente las puertas. Para entonces, la cola llegaba casi hasta el metro. Hombres y mujeres de todas las edades esperaban impacientes la llegada del concierto. «Estoy muy nervioso, porque me encanta; y eso que lo vi el año pasado en Santander», comentaba un joven fanático guipuzcoano.

Eran los 16.000 privilegiados que lograron hacerse con una entrada en la hora y media que tardaron en agotarse a través de Internet, el pasado 9 de octubre. «Es el sueño de mi vida, llevo mucho tiempo esperando para esto», comentaba Izaskun, portugaluja, en la treintena.

Entradas de última hora

Y eso a pesar de los precios, que oscilaban entre los 57 y los 71 euros. Pero, no todos pagaron esas cantidades; en la propia cola se podían conseguir ayer entradas en la reventa desde 90 euros. Por Internet, se compraron incluso, por 150 euros la unidad.

«Fue muy difícil conseguir una entrada; pero merece la pena», decía un fan riojano. En algunas páginas web, se ‘regalaban’ al módico precio de 400 euros. Ayer mismo, horas antes del concierto, salieron a la venta las últimas entradas en el Fnac de Bilbao, las que se había reservado la organización.

Sólo se podían adquirir yendo allí, lo que provocó que rápidamente mucha gente saliera corriendo a la calle para llegar lo antes posible y poder comprar una.

Los afortunados pudieron disfrutar del espectáculo de casi tres horas de duración de un todavía incombustible Bruce Springsteen.

Un momento ‘Magic’ en Bilbao

El Jefe de entre todos los jefes presentó anoche su último trabajo, Magic. Fue la primera vez que se subió a un escenario en Bilbao y lo hizo con su banda de toda la vida, la E Street Band. No estuvieron, sin embargo, el teclista Danny Federici, que se quedó en Estados Unidos y fue reemplazado por Charles Giordano, ni la esposa del Boss, la cantante Patti Scialfa, sustituida por Soozie Tyrell. Ambos, colaboradores de Springsteen. A sus 58 años, el Jefe comenzó como si el tiempo se hubiera detenido para él.