En esta segunda mitad de la tercera temporada de Fear the WalkingDead, las familias Clark y Otto han logrado una controvertidatregua con la Nación. Los enemigos deberán encontrar una manerade sobrevivir juntos.
La tensión crece en Broke Jaw Ranch debido a que la milicia ha sido arrasada, a la escasez de recursos y a que los zombis se encuentran cada vez más cerca. La Presa González, fuente de vida, es un objetivo y un premio que se encuentra al sur.
Por su parte, Strand ha tocado fondo y necesita un socio para aprovechar su única oportunidad en este mundo si quiere resurgir. Asimismo, Daniel se ha convertido en un soldado de nuevo y dedica su tiempo exclusivamente a Lola y a la presa, pero el recuerdo de Ofelia aún sigue atormentándole.
ELLOS TAMBIÉN HAN CAMBIADO
Esta segunda parte no solo adelanta cambios en la trama. Los protagonistas han dado un giro a sus -desesperadas- vidas y quieren encontrar su rumbo, de nuevo.
En la tercera temporada, Madison ha dejado atrás su actitud compasiva. Se prometió a sí misma que jamás repetiría los errores del pasado. Por su parte, el Apocalipsis ha consumido y destrozado a Travis. Lo que queda de su familia es lo más valioso que tenía. Él amaba a Madison y tenía una deuda con Alicia. Travis les defendió y trató de ser comprensivo, aunque tuvo que pagar un precio muy alto.
Nick necesita cambiar su estrategia. Su primera acción como líder
llevó a todos directos a una trampa y su peligroso encuentro con un grupo paramilitar ha dejado a los miembros de la Colonia esparcidos por Tijuana. Tras haber aceptado a la vida y encontrado algo de esperanza, no ha tardado en darse de bruces con un mundo más oscuro, más desesperado que al final de la segunda temporada.
Los espectadores podrán ver a una Alicia más madura y más unida a su madre. Ahora Alicia también se ha cobrado una vida, lo que Madison nunca quiso o esperó que ella hiciera, pero en un sentido algo trágico esto sirve para unir más a madre e hija.
Al final de la segunda temporada, Travis, Madison y Alicia huían de la destrucción que habían causado en el Rosarito Beach Hotel. Strand se estaba recuperando de una traición, y no estaba preparado para seguir adelante por lo que decidió quedarse quieto un tiempo donde tuviese acceso a agua, comida y estuviese relativamente a salvo. Mientras planea sus siguientes pasos, Strand ha cumplido con la palabra que le dio a Madison cuando se separaron: sobrevivirá.
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