Se trata de las operaciones Ferry y Canino, según ha precisado este viernes el referido cuerpo. Sobre la primera, ha explicado que los agentes del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría linarense habían recabado informaciones anónimas sobre un individuo que presuntamente se estaba dedicando a la distribución de hachís proveniente de Marruecos.

Tras diferentes líneas de investigación, identificaron a un hombre que fue sometido a diferentes vigilancias en las que se observó que establecía contactos con varios puntos itinerantes de venta de sustancias estupefacientes al menudeo. Posteriormente, se localizó el vehículo que solía utilizar.

En su vigilancia, observaron cómo salía de su domicilio, depositando en el vehículo un bolso de mano para después dirigirse hacía un ciclomotor que solía utilizar para el reparto de la droga en diversos puntos de Linares. Fue en ese momento cuando lo interceptaron y detuvieron.

Asimismo, le intervinieron el bolso y encontraron 19 pastillas de hachís con un peso de 1.900 gramos. Después, se practicó el registro de su domicilio, en el que se intervino una balanza de precisión junto a una libreta de anotaciones sobre las diferentes ventas y suministros que realizaba.

También por informaciones anónimas de la ciudadanía comenzó la operación Canino sobre un varón de unos 60 años que presuntamente se dedicaba desde hacía tiempo a la venta de hachís y marihuana a numerosas personas que se desplazaban hasta las inmediaciones de su domicilio.

Los agentes supieron que el hombre y los compradores se comunicaban telefónicamente de forma diaria en diferentes horarios de mañana, tarde y noche, concretando las horas para la transacción que, supuestamente se realizaba cuando paseaba con su perro en la vía pública, consiguiendo a la vez tener control ante la presencia policial.

Fruto de las diferentes vigilancias sobre el sospechoso, los policías levantaron varias actas de intervención de hachís sobre los compradores que, momentos antes habían adquirido la mencionada sustancia. Una vez judicializado el operativo, interceptaron al arrestado en una nueva transacción.

Posteriormente, se realizó el registro de su vivienda, donde se incautaron de 211 gramos de hachís en diferentes dosis, así como casi 150 gramos de marihuana dosificada y preparada para su venta ilícita. También intervinieron más de 1.100 euros en dinero fraccionado, diferentes joyas, dos básculas de precisión con restos de sustancia estupefaciente, un terminal móvil y una pistola de aire comprimido.