El Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y el Gobierno han acordado incrementar los efectivos dedicados a la segurida, el uso de obstáculos móviles en lugares con gran concentración de personas de la ciudad y estudiar medidas permanentes como peatonalizar calles y colocar obstáculos fijos, para evitar nuevos atentados como el atropello masivo del jueves.

Lo han anunciado en rueda de prensa tras una reunión extraordinaria de la Junta Local de Seguridad, presidida por la alcaldesa, Ada Colau, y a la que han asistido el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, y el conseller de Interior de la Generalitat, Joaquim Forn.

Forn, por su poarte, ha anunciado que se incrementará un 10% las horas extra de las patrullas de la unidad de seguridad ciudadana y un 20% las de orden público para garantizar la seguridad. El incremento de efectivos policiales reforzará la seguridad en aquellos puntos de la ciudad con una mayor afluencia de visitantes.

Además ha anunciado que agendará una reunión con el patronato de la Sagrada Familia para revisar y acordar nuevas medidas de seguridad, después de que este monumento apareciera como uno de los objetivos de los yihadistas en la investigación de los atentados.

También se trabajará para mejorar la calidad y la definición de las cámaras de videovigilancia, crear un grupo específico para analizar riesgos, impulsar una nueva sala conjunta de prevención y gestión de emergencias -en el antiguo Palau d'Esports- y reforzar la formación en detección de radicalismos y gestión de emergencias.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha asegurado que la Rambla tendrá un memorial del atentado del pasado jueves, en el que murieron 14 personas, 13 de ellas atropelladas en la vía.

El diseño de este memorial contará con la participación especialmente de víctimas, comerciantes y vecinos.