Al menos seis niños han muerto y otras trece personas han resultado heridas, entre ellas cuatro militares y nueve civiles, en un ataque suicida contra miembros del contingente italiano en las afueras de Kabul. Uno de los soldados italianos heridos ha fallecido cuando era trasladado al hospital, confirmó un portavoz del Ministerio de Defensa.

Se trata de Daniel Paladini, mariscal jefe del segundo regimiento "Pontieri" (ingenieros) de Piacenza. Los heridos, cuyas vidas no corren peligro, son el capitán Salvatore Di Bartolo, del 11 Departamento de Infraestructuras de Piacenza; el capitán Stefano Ferrari, del mismo regimiento que el fallecido, y el cabo primero Andrea Bariani, del Quinto Regimiento Alpini de Vipiteno.

En la periferia de la capital

El ataque tuvo lugar en el distrito de Paghman, en la periferia de la capital afgana, cuando el agresor hizo estallar los explosivos que llevaba consigo cerca del lugar en el que soldados italianos inspeccionaban un puente recién construido.

Un portavoz de la OTAN en Kabul confirmó que fuerzas de la Alianza se vieron afectadas por un ataque, sin ofrecer más detalles. El portavoz del Ministerio del Interior, Zemarai Bashary, confirmó que se trató de un atentado suicida y precisó que en él perdieron la vida varios niños que salían de una escuela cercana.

En lo que va de año se han producido varios ataques suicidas en la capital afgana, el más sangriento el pasado junio, cuando 35 personas murieron y otras tantas resultaron heridas al estallar una bomba en el interior de un autobús en la ciudad.Además, a finales de septiembre 28 civiles y dos soldados perdieron la vida en un atentado suicida contra otro autobús, esta vez militar, también en la capital afgana. Se calcula que unas 5.800 personas han muerto desde enero a causa de los ataques y enfrentamientos en Afganistán, que vive su año más violento desde 2001.

Según un informe del centro independiente de estudios Senlis Council difundido esta semana, los talibanes tienen ya una presencia permanente en un 54% de Afganistán y el territorio que controlan no deja de ampliarse, con la línea fronteriza cada vez más cerca de Kabul.