Laurie Davidson interpreta al joven dramaturgo en esta serie de época narrada con un lenguaje visual contemporáneo y sazonada con una banda sonora punk rock que romperá los esquema de los espectadores.

El debutante Laurie Davidson está acompañado en el reparto por Olivia DeJonge (La visita), Ewen Bremner (Trainspotting), Colm Meaney (Star Trek: Deep Space Nine), Mattias Inwood (Las crónicas de Shannara), Jamie Campbell Bower (saga Crepúsculo), WilliamHouston (Sherlock Holmes), Lukas Rolfe (Grantchester), Max Bennett (The Hollow Crown) y Jasmin Savoy Brown (The Leftovers).

La serie es una creación de Craig Pearce, guionista de éxitos como Moulin Rouge, El gran Gatsby y Romeo y Julieta, película por la que ganó el BAFTA al mejor guion adaptado.

La producción ejecutiva corre a cargo del propio Pearce junto al nominado al Globo de Oro Shekhar Kapur (Elizabeth), Alison Owen (Elizabeth) y Debra Hayward (Love Actually). La primera temporada de Will consta de 10 capítulos.

UN TALENTO INNEGABLE

Ansioso por triunfar, el joven William Shakespeare deja atrás su vida _con mujer e hijos_ y aterriza en la escena teatral punk del Londres del siglo XVI. Es un universo violento y apasionado en el que el público muestra su agresividad o su entusiasmo con la misma vehemencia.

El talento innato de Will no pasa desapercibido para Alice Burbage, la hija de James Burbage, el creador y propietario del primer teatro construido en Londres desde la época de la ocupación romana y cuya trayectoria está unida a Christopher Marlowe, el autor estrella del momento, que es a la vez mentor y rival de Shakespeare..

A pesar de ser la hija de un emprendedor como Burbage, para Alice el camino en el mundo teatral está vedado a causa de los impedimentos sociales.

Para su hermano Richard, sin embargo, todo resulta más fácil aunque sus habilidades se vean empañadas por una tendencia natural a la sobreactuación.

El destino parece haber unido las vidas de Will, Richard y Alice, y en el futuro se vislumbran las mejores obras que se hayan representado jamás sobre un escenario.