Miles de jóvenes (más de 5.000) se juntaron el viernes en el campus universitario de Lagoas Marcosende, un paraje de montañas, alejado de la ciudad que, con la llegada de los universitarios, perdió su aire bucólico para transformarse en una gran discoteca campestre.
Y es que el viernes se celebraba una de las fiestas más populares y tradicionales del panorama universitario vigués, San Teleco, que no está exenta de polémica.
Ante la supuesta asistencia al evento de menores y las emergencias sanitarias producidas este día, la mayoría intoxicaciones etílicas, la organización ha decidido aclarar algunos aspectos.
Fiesta, sí; macrobotellón, no
En primer lugar, aseguran que «no es un macrobotellón. Detrás hay más de dos meses de trabajo», aseguran.
Como ejemplo ponen las diferentes actividades lúdicas que tuvieron lugar este año: torneos deportivos, de naipes o conciertos.
En cuanto a las medidas de seguridad, recuerdan que Protección Civil estuvo presente durante toda la jornada en el campus con un socorrista para atender cualquier incidencia médica.
Miles de jóvenes, algunos menores, subieron al campus para celebrar San Teleco. Al respecto, los encargados de la fiesta aseguran que «no pueden responsabilizarse de quienes asisten al evento, ni de sus actos».
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