¿Imagina que cambiara de contrato de trabajo con cada estación del año? Ese símil es aplicable a buena parte de los 37.105 empleados de la provincia que en 2006 tuvieron cuatro o más contratos.

En total, el año pasado se hicieron 721.252 contratos a 348.373 personas: a razón de dos documentos por cada empleado realmente nuevo (como en 2005). Pero detrás de esta media se esconden realidades más oscuras.

La precariedad se manifiesta de múltiples formas en el mercado laboral y la economía malagueña. Una de sus caras más increíbles es que unas 2.000 personas hayan estado contratadas 15 veces o más el año pasado.

Esta estadística enmascara fraudes en la contratación laboral, de forma que las empresas concatenan los contratos temporales de breve duración en lugar de generar puestos fijos (el despido es más caro en estos casos).

El modelo productivo

CC OO critica estos fraudes, pero incide en que los índices de rotación de contratos y la temporalidad se deben al modelo productivo malagueño. Según el responsable del gabinete técnico del sindicato en Málaga, Antonio Turmo, la construcción y el turismo «generan muchos beneficios, pero se reparten mal. Málaga es de las provincias españolas cuya economía (Producto Interior Bruto) más aumenta, pero está en la mitad de la lista en renta per cápita». CC OO denuncia que así se dinamita la cohesión social.

Peor con estudios primarios

El derecho a la igualdad es un espejismo roto por los números, especialmente cuando se analiza a quienes perjudican más los aspectos negativos de la realidad. La rotación de contratos es 13 veces superior en quienes sólo tienen estudios de Primaria (cinco acuerdos laborales al año) respecto a la de los empleados con formación universitaria.

Cada trabajador extranjero es contratado en dos ocasiones (los españoles, 1,4). Entre mujeres y hombres apenas hay diferencias en este indicador.