Como su propio nombre indica, la Calle Maestra es la vía principal de la urbe, la máster. Por ella han transitado ciudadanos en cualquier época, desde tiempos remotos. Así, según muchos estudiosos, el origen de esta calle se encuentra en la etapa de dominio romano, donde es posible que fuera una decumanus, esto es, una vía principal dentro de la estructura urbanística del Imperio.

En lo que sí coinciden los historiadores, y según explica el reconocido historiador de la provincia de Jaén, Manuel López Pérez en el libro Jaén: Calles con encanto, es en el origen islámico de la calle Maestra, una trayectoria que se bifurcaba en la Maestra Baja y la Alta. La primera sería la que se conoce hoy como la actual Maestra y la otra quedaría por encima, a la altura del Arco de San Lorenzo. En la Maestra Baja, su paseo abarcaba la unión de la mezquita mayor, lo que ahora es la Catedral, con otra de gran importancia que se encontraba en la Plaza de la Magdalena.

Según el historiador de Arte de la Universidad de Jaén, Rafael Casuso, la calle estaba ligada a la alta sociedad. Vivían nobles y, además era el centro comercial y de ocio de la ciudad: "A pesar de estar en el límite de las murallas de la urbe, la Calle Maestra era el punto central, no sólo por las tiendas, sino por las tascas que eran pensiones y posadas del siglo XV. Son las tabernas que aun se conservan en los alrededores de esta vía principal donde la hostelería tenía su máximo apogeo y que aun se conoce como la zona de las tascas", indica Casuso.

El historiador de Arte subraya la importancia de esta calle por la vinculación que tenía con el Condestable Lucas de Iranzo, el secretario del Rey Fernando IV, del Reino de Castilla. "Lo que hoy se conserva como el Palacio de Cultura era la residencia del Condestable, una joya de la que aun quedan restos de su estructura de madera en el techo y que todavía seguimos estudiando", explica Rafael Casuso.

En la calle también se encontraban los juzgados, precisamente en la parte donde hoy finaliza la trayectoria: la Plaza de la Audiencia.

Pero la vida de la Administración Pública y el comercio no eran las únicas actividades que se desarrollaban, "Hay que tener en cuenta que se trataba de la calle de la alta sociedad, donde también se celebraban todo tipo de actos públicos, como desfiles militares, así como actos religiosos", matiza el historiador.

Calle para el ocio

Con el paso de los siglos la ciudad ha ido abriéndose, y por tanto, tomando como eje principal otras vías, en este sentido, Rafael Casuso asegura que el eje siempre ha partido de la calle Maestra, donde la calle Campanas, bajando por Bernabé Soriano han ido marcando el cordón umbilical. "No obstante, la calle Maestra ha sido referencia de la sociedad jiennense en todos los ámbitos, y no ha dejado de tener el grado de importancia que siempre la ha caracterizado. De hecho en el siglo XIX, llegó a vivir, en el número 10, el poeta romántico, Bernardo López. Además se respiraba un gran ambiente de ocio, ya que se ubicaba el Casino Primitivo y el Teatro Darymelia, que aun se conserva", señala.

Fue a partir del siglo pasado cuando la calle Maestra pierde todo su fervor y queda como recorrido oficial para los turistas: "No hay que olvidar que se encuentra en un punto clave dentro de la ruta hacia el Casco Histórico de Jaén", recuerda Casuso.

Como curiosidad, el historiador señala la costumbre que aun se conserva de correr un gran toldo en la vía peatonal para resguardar a los viandantes del sol: "Se podría decir que es la única calle vestida de Jaén".

CONSULTA AQUÍ TODAS LAS NOTICIAS DE JAÉN