Aún con el miedo en el cuerpo, Pedro Camacho Valencia de 89 años y su mujer de 84, nos cuenta cómo han conseguido que el juez les dé la razón e impida que el Ayuntamiento de Murcia les expropie su casa en la huerta para construir un carril más en la avenida Miguel Induráin y tengan que irse a vivir a un piso de Zarandona (Murcia).
Ellos tendrán que irse, pero el juez les autoriza a quedarse hasta que encuentren una casa de huerta donde poder plantar tomates, naranjas y cuidar a sus conejos y gallinas como llevan haciendo desde hace décadas.
El magistrado ha impedido el desalojo hasta que el Ayuntamiento garantice a esta pareja una casa en la huerta con unas condiciones similares a las de su vivienda. Sin embargo, el Consistorio recurrirá la sentencia. Dice que les ha dado 580 euros al mes para que se alquilen una casa y una indemnización de 163.000 euros por su casa.
«No queremos impedir el crecimiento de la ciudad, pero meternos es un piso y quedarnos sin nuestro animales sería como enterrarnos en vida», explicó entre lágrimas la pareja de ancianos.
El Ayuntamiento les propuso, para continuar con las obras de Miguel Induráin, alojarlos en un piso, pero los hijos decidieron poner el caso en manos de un abogado que consiguió el milagro.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios