Ola de robos cometidos por adolescentes

Entre estos delincuentes ‘amateur’ hay muchas chicas que roban para divertirse. Sus padres se llevan la sorpresa y pagan.
Una tarde normal. El centro de la ciudad es un hormiguero para ir de compras. Entre la gente, algunos avispados, con una intención poco lícita, y que ahora son muy jóvenes, con frecuencia. Falta un mes para Navidad, algo más para rebajas (ambas fechas, fetiche para el ladrón) pero ya están al acecho.De repente, una joven acaba de ser sorprendida en una pequeña tienda de bisutería y cosméticos. Ha sisado unas barras de labios.

Va bien vestida. Mantiene el tipo ante los improperios de la dependienta pero no puede contener las lágrimas cuando le piden el teléfono de su padre. Se avergüenza y quiere repararlo. «No sé por qué lo he hecho, me arrepiento, pero otras veces lo había hecho por diversión». Su padre no se lo podía creer. Se ofreció a pagarlo todo y pidió disculpas. No es el único.

Cuando el botín robado es de poco valor, los comerciantes se conforman con que lo devuelvan y no denuncian, explica Jesús María Albert, presidente de los comerciantes de Corazón de Alicante.

«Se retiene al caco y si te ha sustraído bastante dinero se formula denuncia y se da parte al seguro», añade. El presidente de Colectivo por Alicante, Pedro De Gea, exige más presencia policial por esta oleada de robos.

Los chicos, a por  tiendas de deporte

Varios comerciantes consultados coinciden en que las tiendas de deportes son las preferidas de los ladrones más jóvenes. «Disimulan, se prueban  varias zapatillas y salen pitando sin que podamos hacer nada», comentan. Las chicas, en cambio, «intentan llevarse perfumes, cosméticos y bisutería; van en pandillas.»

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