Sólo las instituciones y sedes públicas y muy pocos comercios y oficinas han secundado el apagón ecológico de cinco minutos contra el cambio climático y el despilfarro de energía. En el centro de Zaragoza, las luces de tiendas y grandes superficies desmaquillaron el apagón masivo de farolas y sedes públicas. Entre los ciudadanos, el seguimiento fue minoritario.

Tanto Correos como el palacio de la Aljafería (sede de Las Cortes de Aragón), la fachada de El Corte Inglés en Independencia o la propia oficina de 20 minutos cortaron su iluminación entre las 20.00 y las 20.05. También lo hicieron las obras y oficinas de la Expo, así como más de un centenar de centros municipales y sedes de organizaciones ecológicas y vecinales distribuidas por toda la ciudad. Sin embargo, fueron muy pocos los particulares y tiendas que secundaron la iniciativa.

Prácticamente todos los comercios del paseo de Independencia mantuvieron sus luces encendidas e incluso el edificio del Heraldo de Aragón mantuvo los focos que iluminan su fachada.

El consumo eléctrico en la capital aragonesa descendió sólo un 3%, porcentaje similar al del apagón del año pasado. Según los datos aportados por ERZ-Endesa se pasó de los 1.258 megavatios precios al apagón a 1.222 durante el corte.

Otras localidades de la provincia, como Calatayud o Pina de Ebro, también se sumaron con apagones simbólicos a la iniciativa, que fue seguida por la mayoría de los partidos políticos. En la provincia de Huesca se sumaron la capital altoaragonesa, con el apagado de las luces de la plaza de Navarra y del edificio del Casino, y los municipios de Monzón y Sabiñánigo, que oscurecieron sus plazas mayores y edificios municipales.

Teruel cortó las luces de su ayuntamiento y el Viaducto Viejo y Alcañiz todas sus instalaciones municipales. Algo similar hicieron en Alcorisa, con el apoyo de todos los partidos de los consistorios.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE ZARAGOZA .