El concejal del Área de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, ha destacado el impacto positivo de la inversión, demandada a Emasa por la Junta de Distrito, "ya que disminuirá el riesgo de que se repitan los problemas que hubo este invierno, cuando se produjo una acumulación de agua debido a fuertes precipitaciones, logrando con ello una importante mejora de la seguridad y la movilidad".

Asimismo, Jiménez ha precisado que a esta iniciativa se añadirán otras actuaciones destinadas también a mejorar el drenaje y la implantación de redes separativas en esa zona, en la que se creará un gran cajón de recogida de aguas pluviales, cuyo proyecto se encuentra en fase de redacción previéndose el inicio de las obras en los próximos meses.

Actualmente, se está acometiendo la última fase de estos trabajos en las calles Federico García Lorca y Jorge Guillén, donde se está instalando un colector de pluviales de 180 metros de longitud y 50 centímetros de diámetro. Esta canalización recogerá el agua de lluvia que discurra por la calle Héroe de Sostoa y colindantes.

Está previsto que estos trabajos finalicen a mediados de julio con la instalación de los 70 metros que restan de este colector y la colocación de 12 rejillas de gran capacidad. En paralelo a estas actuaciones, se terminará de fijar una red de imbornales a lo largo de la acera norte de Héroe de Sostoa.

Al término de estas obras se incorporarán a esta zona de Carretera de Cádiz un total de 145 imbornales de distintos tipos distribuidos entre las calles Princesa y Abogado Federico Orellana Toledano, que contarán con 32; la avenida Juan XXII, donde se han instalado 20; la avenida de Europa, que dispone de 30; calle Héroe de Sostoa, que tendrá un total de 34; calle Sillita de la Reina, que tiene cautro imbornales ya colocados; la avenida de La Paloma, con otros cuatro; y las calles Federico García Lorca y Jorge Guillén, donde se ubicarán 21 de estas captaciones de drenaje.

La construcción de redes separativas permite paliar los inconvenientes derivados de las precipitaciones intensas con la canalización de las aguas fecales y pluviales por tuberías distintas.

Así, ha detallado, cuando el agua de lluvia fluye por una red independiente, libera de ese aporte de caudal a la red unitaria y, por consiguiente, evita que esta se sobrecargue. Al correr por la red general solo aguas y desechos provenientes del saneamiento, es posible resolver con mayor eficacia las incidencias en sus infraestructuras.

Por ello, además de reducir el riesgo de inundaciones, las redes separativas facilitan la conservación de la red general de saneamiento, reducen las molestias causadas por malos olores en el alcantarillado y contribuyen a mejorar el mantenimiento de las estaciones de bombeo y de depuración de aguas residuales.