Su Majestad, el Lechazo

Dorado, crujientito, sabroso, delicado... en su punto. Si hay una localidad castellana donde el asado de cordero lechal sea un ritual sin parangón, esa es Aranda de Duero, en la provincia de Burgos.
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Allí, desde hace cuatro años, se celebran unas jornadas gastronómicas en torno a este joven y suculento manjar para todo degustador de carnes que se precie, que organizan el Ayuntamiento de la localidad junto con los Consejos Reguladores tanto del Cordero como de la D O Ribera del Duero.

No sólo de cordero...

Por 32 euros (precio fijo), todos los asadores de Aranda ofrecerán a los visitantes un menú de lechazo regado con vinos de Ribera de Duero, y además regalarán a los comensales, para llevar, las afamadas morcillas de la región y los no menos célebres empiñonados de Aranda. En definitiva, una espléndida oferta de turismo gastronómico aderezada con el singular atractivo monumental de la región, que es mucho.

Y a un paso...

-Monasterio de La Vid. Agustinos. Tiene hospedería.

-Peñaranda de Duero. Casonas y viviendas de piedra y adobe.

-Clunia. Restos de ciudad romana.

-Caleruega. Cuna de Santo Domingo de Guzmán, patrón de Burgos.

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