Siguiendo la original puesta en escena de Construyendo a Verónica, el último montaje de Bramant Teatre, con el que fueron nominados a los Premios Max, los valencianos inciden en su nueva obra en lo que ya se ha convertido en la característica principal de su teatro: la cercanía entre intérprete y espectador.Reencuentros comparte además con el anterior montaje la importancia del azar y el destino en el devenir de la historia, que entrelaza 8 vidas  inconexas a través del amor, el odio, la vida y la muerte, pero introduce una novedad fundamental: la presencia de una cámara en escena que proyecta en una pantalla los movimientos de los actores.