EL 24,8 por ciento de las pequeñas y medianas empresas españolas estiman que aumentará el empleo en su entidad a lo largo del ejercicio 2017, según un estudio realizado por la Universidad de Málaga (UMA) a través de su Cátedra de Viabilidad Empresarial, y la Universidad Politécnica de Cartagena, presentado en la sede de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM).

El estudio, que toma por nombre 'La competitividad de la pyme: innovación, financiación y profesionalización', incide en la capacidad y las expectativas de generación de empleo de aquellas entidades españolas que cuentan entre 6 y 200 trabajadores en plantillas. Así, el documento analiza los factores que pueden favorecer la supervivencia y competitividad de la pyme; la actividad innovadora en sus productos, procesos y gestión; las preferencias de la financiación y los sistemas de control de la gestión; y el grado de profesionalización.

El presidente de la CEM, Javier González de Lara; el presidente de la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA), Leandro Cañibano; y el director académico de la Cátedra de Viabilidad Empresarial de la UMA, Julio Diéguez; han presentado este martes los resultados del estudio conjunto entre la universidad malagueña y murciana.

Según ha destacado González de Lara, las pymes andaluzas cuentan con "muchos retos por asumir todavía". "Creo que los últimos años de crisis han sido decisivos para garantizar la supervivencia de las empresas", ha dicho, recordando que la comunidad ha perdido un total de 54.000 pymes y autónomos y 300.000 empleos durante "estos años largos de crisis".

"Todas las (pymes) que han sobrevivido y han nacido han asumido esos factores de competitividad", ha indicado, incidiendo en los factores de la innovación, donde el sector agroalimentario "ha dado un ejemplo extraordinario en cómo incorporar procesos de innovación para reinvertarse"; en la financiación, "algo imprescindible"; y en la profesionalización, que destaca como "el mayor hándicap de las pymes".

Por su parte, Cañibano ha señalado que el papel de la AECA en el estudio está "en tratar de auspiciarlo, promoverlo, editarlo y difundirlo entre sus 4.000 socios". Se trata, ha concretado, "de ofrecer una guía para profesionales y empresarios para dirigir sus actividades, inversiones y finanzas".

Por último, Diéguez ha señalado que el documento "toca diferentes ámbitos que pueden afectar a la competitividad de la pyme", detallando al tiempo que la muestra escogida -310 empresas, de las cuales 199 son familiares y 112 no familiares- es "completamente representativa de la población".

Así, ha coincidido en que las pymes en España es "bastante importante", incidiendo en que representan el 99 por ciento del tejido empresarial, el 80 por ciento del empleo y el 75 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).

DEMOGRAFÍA Y EMPLEO

Según recoge el estudio, el 64,2 por ciento de las empresas están regidas en el entorno familiar, hecho que caracteriza el predomino de la pyme familiar en el tejido empresarial de España. Al tiempo, el perfil mayoritario del gerente se caracteriza por ser un varón (87%) tener estudios universitarios o de postgrado (52 por ciento) y con una edad media de 50 años.

En la mayoría de casos encuestados, el gobierno de la pyme se sustenta en la figura del gerente o administrador (61 por ciento). Solo en el 38,7 por ciento de los casos cuenta con un consejo de administración, constituido de media por cuatro miembros y siendo al menos uno de ellos mujer. El tamaño medio de la pyme española cuenta con 15 trabajadores.

En cuanto a empleo, las pymes responden que tienen expectativas más favorables en la generación de trabajo. Así, el 24,8 por ciento de las pymes creen que aumentará el empleo en su empresa, el 68,4 por ciento estima que se mantendrá igual en este sentido, y el 6,8 por ciento considera que el empleo disminuirá.

Cuestionados por los aspectos que reflejan una "ventaja competitiva", las pymes destacan, por orden de importancia, que ofrecen productos de calidad, la satisfacción del cliente y el bajo absentismo laboral. En contraste, consideran que existen desventajas competitivas en cuanto a que tienen menor rentabilidad y lastran una ralentización en el crecimiento de ventas.

INNOVACIÓN

En el apartado de innovación, las pymes afirman estar mejor posicionadas en cuanto al carácter pionero a la hora de introducir nuevos productos. No obstante, se valoran peor en cuanto a su inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) y en la rapidez de respuesta para introducir productos nuevos.

Asimismo, las ventajas que las pymes consideran en innovación en las actividades de gestión se deben, por orden, al alto nivel de información de los directivos sobre los sistemas de gestión y al alto nivel de actualización de estos sistemas. Por el contrario, consideran como desventajas en innovación de la gestión en cuanto a ser menos pioneras al introducir nuevos sistemas, así como al menor número de cambios realizados en estos.

FINANCIACIÓN

En el apartado de financiación, las pymes mantienen una jerarquía a la hora de elegir sus fuentes de financiación. Para nuevas inversiones, optan por la autofinanciación, y prefieren contraer deudas antes que realizar una ampliación de capital, evitando la entrada de nuevos propietarios.

De media, las pymes trabajan con tres entidades financieras, y llevan depositando su confianza en la principal entidad financiera unos 20 años. El 35 por ciento de su deuda lo mantiene con esta principal entidad. Al tiempo, la mayoría de las empresas consultadas consideran que las entidades financieras no han sabido gestionar adecuadamente las relaciones con sus clientes durante la crisis.

Sobre las operaciones crediticias, las pymes consideran que la evolución ha sido favorable respecto al volumen de la financiación ofertada, respecto al tiempo entre la solicitud y la respuesta, y respecto al plazo exigido para la devolución. No obstante, los aspectos que peor valoran son los gastos y comisiones exigidas, las garantías y avales para acceder a la financiación, y el coste de la misma.

En cuanto a los sistemas de control de gestión, las pymes optan por el análisis económico-financiero, el control presupuestario y la implantación de un sistema de contabilidad de costes. Por el contrario, los sistemas menos implantados son la auditoría interna y los sistemas de información gerenciales.

Por último, las pymes consideran como muy importante la opinión de la dirección financiera en las decisiones gerenciales. No obstante, piensan que deberían mejorar su información sobre productos de inversión y sobre las fuentes alternativas de financiación a las bancarias.

PROFESIONALIZACIÓN

En cuanto a la profesionalización en la organización, señalan que disponen de una estructura formalmente establecida, que existe una política de transparencia interna, y que tienen una adecuada programación y seguimiento de reuniones. No obstante, inciden en posibles mejoras en el uso de un sistema formalizado de incentivos y rendimiento del personal.

Sobre los órganos de gobierno, el estudio recoge que el 90,5 por ciento están dirigidas por algún miembro de la familia, y el 55,3 por ciento están en segunda generación. El 35,7 por ciento de las pymes familiares tienen un consejo de administración, donde tres consejeros son miembros de la familia y uno de ellos es mujer. El 19,8 por ciento dispone de protocolo o está en proceso de obtenerlo, y el 44,7 por ciento tiene un consejo de familia.