Según informa la Benemérita, de los conductores que han arrojado positivo en alcoholemia, ocho de ellos han sido investigados por un supuesto delito contra la seguridad vial, al superar la tasa de alcoholemia de 0,60 miligramos por litro de sangre. Asimismo, uno de los conductores que ha dado positivo en drogas ha sido investigado por conducir bajo su influencia. El resto de conductores que han arrojado resultado positivo han sido denunciados por una infracción administrativa a la Ley de Seguridad Vial.

De los 121 positivos, 55 han sido detectados durante la mañana del domingo 28 en tres controles simultáneos, en los que, además de efectivos propios de la capital, han participado agentes de los destacamentos de las localidades cordobesas de Lucena y Peñarroya. Estas denuncias conllevan una sanción económica y la detracción de entre cuatro y seis puntos del permiso de conducir.

Por otra parte, los conductores investigados por un delito contra la seguridad vial por rebasar la tasa de 0,60 mg/l podrían ser castigados con la pena de prisión de tres a seis meses, con la de multa de seis a 12 meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.

Se da la circunstancia de que en uno de los controles realizados la madrugada del domingo se ha detectado que tres niños -de nueve, ocho y cuatro años de edad- viajaban en el asiento trasero de un vehículo sin usar ningún tipo de dispositivo de retención. Además, el agente que le dio el alto percibió un fuerte olor a 'cannabis' en el interior del vehículo, por lo que se sometió a su conductor a la prueba de drogas, dando resultado positivo en THC -principio activo del cannabis-.

En dicho caso no fue necesario inmovilizar el vehículo, dado que la madre de los menores, que también viajaba en el turismo, se hizo cargo de su conducción.