200 soldados afganos se encargarán de velar por la seguridad de 190 militares españoles que aún permanecen en Afganistán, según la Cadena SER.

El Gobierno español ha financiado esta operación, cuyo coste asciende a los 4.500.000 de euros, en la que se incluye la construcción y el equipamiento del cuartel de esta unidad afgana, que ha sido entrenada por militares españoles.

Los guardaespaldas afganos defenderán al destacamento español desplegado en la base española de Qala-I-Naw, en la provincia de Badghis, de los posibles ataques de la insurgencia ya que, según las reglas de enfrentamiento de la ISAF (la Fuerza Internacional establecida en Afganistán), se puede responder a fuego enemigo, pero no está permitido ir en busca de los insurgentes, algo que sólo puede hacer el Ejército afgano.

La base de Qala-I-Naw sólo estaba constituida, hasta ahora, por los 190 soldados españoles, que se encargaban de proteger a los cooperantes y de la construcción esporádica de infraestructuras.