La primavera se adelantó en las Rias Baixas. La poca lluvia y las altas temperaturas de esta temprada empiezan a tener consecuencias en la naturaleza.

Un ejemplo de ello son los eucaliptos que están floreciendo antes de tiempo, y ello trae consigo que las abejas se crean que están ya en primavera, lo que les causa hiperactividad.

Asimismo, estos animales voladores están ya recolectando el polen a estas alturas del año. Como asegura Rogelio Outeda, un apicultor de la provincia, "la flor del eucalipto tiene mucho polen, y la humedad que hay de mañana y de noche, hace que no desaparezca y se quede impregnado y las abejas recogen ahí gran cantidad de néctar".

En cinco días pueden llenar una de las bandejas donde depositan el polen, y en un mes pueden tener la miel hecha, pero esta es una estación del año en la que normalmente dederían estar descansando.

De ahí el temor de los apicultores a que las reinas de las colmenas se puedan morir por el exceso de trabajo.

Aunque si se lleva un buen control, afirma Rogelio Outeda, "este puede ser un muy buen año para la miel", ya que "en enero ya se podrá coger la primera cosecha" y la siguiente será "en febrero, marzo y abril, cuando se podrán obtener hasta cuatro". Una situación así no la recuerda nadie.

Pero todo depende del tiempo, explica Outeda, y recuerda que en estos momentos nadie sabe a ciencia cierta lo que se puede esperar de él.

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