Los empleados del centro, gestionado por las Hermanas Terciarias Capuchinas, responden así a las revelaciones realizadas recientemente por la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, sobre la existencia de "indicios de maltrato" a menores residentes en esta instalación a los que se daba "poca comida y caducada".
Como equipo educativo, personal y congregación a la que pertenecen, aseguran que "siempre" han velado por "el bienestar, la salud y la seguridad de todos los menores" que han estado en el centro, algo que pueden "corroborar" los informes de los profesionales que han estado en contacto con los residentes y así lo han dicho otros menores alojados conanterioridad.
Asimismo, denuncian que Oltra está vulnerando el artículo 35 de la Constitución y el Estatuto de los trabajadores "y provocando una situación de facto en el que impide que los educadores y personal de administración y servicio tengan trabajo efectivo, al privarles de ocupación" con el traslado de los menores a otro lugar.
En este sentido, destacan que su trabajo está avalado por todas las inspecciones favorables realizadas por la Fiscalía de Menores de Castellón, inspecciones de sanidad y auditorías externas, y expresan su malestar por al forma en la que se hizo el traslado de los menores y muestra su desacuerdo por la situación actual en la que estos se encuentran.
Los trabajadores piden una reunión formal con Oltra y expresan su preocupación por sus puestos de trabajo y las repercusiones que "todas estas injurias" puedan tener en su futuro laboral.
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