Según explicó el letrado, la intención de su cliente es "impulsar la investigación" para "esclarecer los hechos, porque le resulta muy extraño que el trastorno de su mujer le indujera a cometer el crimen", porque la "depresión hipocondríaca" que sufría "no tenía la suficiente magnitud". Según López, hace nueve años que la pareja convivía y el marido "ha sido consciente de la enfermedad, que seguramente sea genética".

El padre dice, según López, que su mujer "no había tenido nunca ninguna salida violenta", y no le cuadra "la manera en que se desarrollaron los hechos". Uno de los detalles inquietantes del suceso es que el pájaro de la niña fue encontrado muerto fuera de su jaula.

La acusada, Rosa Maria C., que está internada en una unidad psiquiátrica de forma preventiva, sufría una "depresión hipocondríaca", según relató el abogado, que le hacía pensar que tenía una enfermedad grave. La niña "era el centro de la vida" de la acusada, por lo que, el abogado baraja la hipótesis de que el crimen se cometiera porque ella pensaba que "la niña sin ella no estaría bien".

La mujer le ha confesado al padre de la niña que "le hizo daño", por lo que le ha pedido "perdón". López, no obstante, explica que en la secuencia en la que se produjeron los hechos existen "incongruencias", que tratarán de despejar con la investigación.

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