De acuerdo al relato policial, el hombre había denunciado días antes que, cuando paseaba su perro por la calle Premio Real,

había sido abordado por dos chicos que pidieron que le entregara el can. Ante su negativa, le amenazaron con una navaja y le obligaron a darles todos los objetos de valor que llevase, entre ellos, una alianza y una

cruz de oro que portaba en el cuello.

Durante el transcurso de la investigación, los agentes descubrieron que el propio denunciante había vendido los efectos supuestamente robados en una tienda de compraventa de la ciudad. El hombre admitió haber mentido para conseguir un dinero extra y justificar la ausencia de las joyas ante su familia. Fue detenido por simulación de delito.

Por otro lado, también fue arrestado el pasado viernes a un hombre de 31 años que estaba reclamado por un Juzgado de Melilla por haber cometido robos en viviendas en aquella ciudad. En el momento de la detención, el hombre portaba 7.000 euros en un bolso bandolera, de los que no supo dar una explicación coherente sobre su origen ni su destino. El arrestado tenía numerosos antecedentes por robos con fuerza en distintas ciudades de la geografía española, por lo que le fue intervenido el dinero.