Según había informado a Europa Press la alcaldesa de Lebrija, María José Fernández, el hallazgo se encuadra en unas obras de renovación iniciadas en la calle Padre Morales, en pleno casco histórico del municipio, dentro del Programa de Fomento del Empleo Agrario. La actuación, cuyo diseño contaba con el informe favorable de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, ha dado lugar a un hallazgo "bastante importante", si bien la alcaldesa reconocía que "no es la primera vez" que Lebrija es el escenario de descubrimientos de esta naturaleza.

En concreto, las obras han hicieron aflorar una estructura de "sillares de piedra caliza" a 1,25 metros de profundidad respecto al firme de la calle. A grandes rasgos, los restos encontrados responden a un "potente muro de buena factura técnica" y más de 3,20 metros de anchura, al que hay que sumar un pie de amigo, a menor altura, de 1,35 metros de espesor y similar técnica de ejecución.

Se trataría, en principio, de vestigios de la primitiva muralla de la antigua Nabrissa romana, de la que constaban algunas referencias escritas. "En Lebrija ya tenemos restos romanos que además hemos puesto en valor, pero este hallazgo nos ha sorprendido y, por su envergadura, es bastante importante", recordaba la alcaldesa.

María José Fernández, así, exponía que las obras fueron "paralizadas" en el tramo correspondiente al hallazgo, a la espera de que las autoridades culturales dictasen "las cautelas" preceptivas. Varias semanas después, la alcaldesa ha expuesto que merced a las "indicaciones" de la Consejería de Cultura, el Ayuntamiento ha contratado unas tareas de "vigilancia arqueológica" para averiguar si el enclave cuenta con más vestigios históricos al margen de los ya descubiertos, toda vez que la obra de reurbanización de la calle será "rediseñada" para conservar los restos.