La guerra entre los taxistas de la capital hispalense y las empresas de vehículos de transporte concertado (VTC) es ya un hecho y cada vez se recrudece más. El último de los incidentes, la quema de nueve vehículos de Cabify en una finca rural de la provincia, ha vuelto a poner de manifiesto la imposibilidad de que, por el momento, ambas opciones puedan convivir en Sevilla de una manera pacífica.

Este mismo miércoles, la Unión Nacional de Autoturismos (Unauto) ha informado de que los conductores desplazados a la capital hispalense para reforzar los servicios de Cabify durante la Feria de Abril han decidido regresar a Madrid.

Lo hacen tras denunciar ante la Policía Nacional supuestas  "increpaciones, amenazas, insultos" e incluso "intentos de agresión", sufridos presuntamente a manos de taxistas en los últimos días. Según la asociación, los conductores afectados estarían aportando "imágenes y vídeos" de los mencionados altercados.

La asociación Solidaridad del Taxi se ha manifestado en contra de este ataque, al que ha tachado de "pasada, es una barbaridad y una canallada propia de la mafia calabresa. Lo repudiamos". Al mismo tiempo, su presidente, Enrique Filgueras, ha pedido no "presuponer", porque se trata de un acto que "no tiene lógica ninguna en el taxi". Además, se pregunta: "¿Cómo va a saber un taxista que estos conductores estaban en Castilblanco?".

Por su parte, la asociación Élite Taxi va más allá y, aunque "condena" el incendio, asegura considerar "muy sospechoso" que "estos vehículos con más de 500.000 kilómetros estuvieran a 36 kilómetros de Sevilla a una hora de la madrugada de máxima demanda" de transportes en la capital andaluza.

"Estos hechos ya nos resultan conocidos de algo. En 2004, tanto en Barcelona como en Marbella, dos empresas fueron descubiertas por incendiar sus vehículos, por cierto bastante viejos, para manchar la imagen de un sector honrado y público al que estaban haciendo competencia desleal", rememora la organización.

Unauto lo desmiente, y asegura que los coches "tenían todos menos de dos años de antigüedad. La mayoría tenía menos de seis meses y uno de ellos incluso menos de un mes".

La Guardia Civil ha visitado este miércoles el alojamiento rural de Castilblanco de los Arroyos para inspeccionar los coches y determinar si las causas del incendio fueron "fortuitas o intencionadas", toda vez que es la Policía Judicial de la Guardia Civil de La Rinconada la encargada de las diligencias relativas a la autoría o no del incendio.

Desde que allá por septiembre de 2016 Cabify desembarcase en Sevilla capital, dicha empresa y otras de su sector han venido denunciando no pocas situaciones de violencia, acoso o coacciones a sus conductores, mientras el sector hispalense del taxi alerta de presuntas situaciones de "intrusismo" protagonizadas por conductores de vehículos de transporte concertado, cuya regulación es diferente a la de los taxis y más restrictiva.

La Brigada de Información del Cuerpo Nacional de Policía, en tal contexto, investiga actualmente a 27 taxistas, por presuntas coacciones y amenazas a otros taxistas y a conductores de vehículos con licencia de transporte concertado, con relación a los trayectos al aeropuerto hispalense de San Pablo, cuya parada estaría supuestamente acaparada por un grupo concreto de taxistas.

Y es que el sector hispalense del taxi está marcado por no pocas voces y alusiones a presuntos cobros abusivos, supuestas situaciones de violencia y el citado monopolio que un grupo de taxistas habría impuesto para hacerse con el control de la parada del aeropuerto de San Pablo, sujeta a una tarifa única con un precio de 22,2 o 24,75 euros.

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que también ha condenado el incendio de los coches VTC, ha reclamado "expulsar a quienes hacen estas acciones violentas de esta magnitud". Y ha señalado que cuando termine la Feria se sentará "con todas las partes" relacionadas con el servicio público de transporte urbano para "analizar bien" cómo reconducir la situación.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, también ha condenado "tajantemente" la quema de los coches, hechos que ha calificado de "extrema gravedad", teniendo en cuenta además que "se han puesto en peligro vidas humanas".