Los daños causados en el río Ebro a su paso por Zaragoza por las obras del dragado y el azud no se podrán reparar, según un grupo de expertos en el campo del conocimiento de los ecosistemas fluviales que se reunió ayer para dar una charla informativa.

«Desequilibrará la dinámica del río. La presa perjudicará la calidad del agua y favorecerá la llegada de especies invasoras», explica Francisco Comín, del Instituto Pirenaico de Ecología.

Los otros cuatro ponentes, de las universidades de Zaragoza, Madrid, Barcelona y Almería, se mostraron de acuerdo. «El dragado no es sostenible y va en contra de la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea», aseguraron.

La Coordinadora de Afectados por las Obras del Ebro organizó ayer este debate para demostrar que sus teorías se basan en valoraciones técnicas de expertos. «El ecosistema podría recuperarse un poco si sólo se dragase una vez, pero habrá que hacerlo todos los inviernos, cuando crezca el caudal. Además, el cauce se hunde más y las riberas se quedan colgadas», señala Julián Ezquerra, miembro de la coordinadora.

«El Ayuntamiento y Expoagua se olvidan de que no pueden decidir lo que se hace en un tramo sin tener en cuenta toda la cuenca», asegura Comín.

La coordinadora ya denunció en los tribunales a estas instituciones por incumplir unas autorizaciones en las que se decía que la intervención en el río iba a ser mínima y que todas las gravas y materiales se sacarían en unas barcazas que saldrían por el camino habilitado en el Puente de Piedra.

La Expo crispa a los ecologistas

Los responsables del Pabellón de Iniciativas Ciudadanas han pedido a Expoagua y a la Confederación Hidrográfica que cierre «la brecha» con las organizaciones ambientales, tras el abandono del pabellón por parte de Ansar y Ebro Vivo.

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