Es la primera vez que el  ovario de una persona sirve para permitir el embarazo de otra, ya que, hasta ahora, este tipo de experimentos sólo se habían llevado a cabo con animales.

Yarber, de 24 años, se había quedado estéril a los 14 debido a un cáncer y, a pesar de su juventud, sus niveles de hormonas eran los de una menopáusica. Tras varios intentos fallidos de fecundación in vitro, recibió el tejido ovárico de su hermana gemela. A los 80 días ya tenía su primera regla y 176 días después del trasplante estaba embarazada.

El éxito de la operación abre una puerta a mujeres que se hayan quedado estériles por la quimioterapia.