Porque carecen de recursos económicos, han cambiado de casa y la factura se pierde o, simplemente, porque no les da la gana. Los motivos son variados pero la realidad es que enVizcaya hay unos 4.200 morosos que deben al Consorcio de Aguas y a los ayuntamientos en torno a un millón de euros en concepto de agua y basuras.

A pesar de lo llamativo de la cantidad, el índice de morosidad es bajo: un 0,90%. Es decir, son 4.200 deudores sobre los 475.000 abonados vizcaínos a quienes les llega la factura en los 62 municipios adscritos a la red del Consorcio de Aguas, según datos del Consorcio de Aguas vizcaíno, que se encarga de cobrar ambos servicios conjuntamente.

Este órgano de aguas, que abastece al 90% de la población vizcaína, no lo tiene fácil para cobrarlo todo. Este año, ha dado por incobrable un total de 642.940 euros, correspondientes a los morosos de 2002. Cinco años después.

Las cifras van variando a partir de que la factura figura como impagada. En principio, el consorcio requiere por carta al abonado que pague. En caso negativo y como segundo recurso, envía a un cobrador y, en última instancia, procede a la recaudación ejecutiva, es decir, embargarle de su cuenta el precio de la factura.

En este punto, el cobro se divide, los ayuntamientos se encargan de sus morosos y el Consorcio de los suyos. Este año ha afectado a 1.700 abonados. Hay una última solución: el corte del agua, aunque es más frecuente de lo que puede parecer.

Cada mes, el Consorcio corta el agua a 20 hogares. Son casos extremos que «se intentan evitar» señalan los responsables.