El Gobierno tiene prisa, y horas después de que el presidente Rajoy anunciara una inversión de 1.900 millones hasta 2020 en los trenes de cercanías de la red de Rodalies de Cataluña, la vicepresidenta Sáenz de Santamaría llamó ayer a sentarse "cuanto antes" para negociar la "cogestión" con la Generalitat catalana.

La vicepresidenta no hizo referencia a la "incredulidad" que mostró el presidente Carles Puigdemont que llegó a pedir a Rajoy una "cláusula antiincumplimiento" de las inversiones anunciadas en infraestructuras. O al conseller  Rull quien aseguró que "aún sin proceso soberanista, las cifras de Rajoy son muy bajas".

Pero las inversiones no solo no tranquilizaron los ánimos entre los soberanistas sino que además causaron el revuelo en otras comunidades como Extremadura, Valencia, Aragón o Andalucía. Hasta el punto que desde Malta, donde asiste a la reunión del Partido Popular Europeo, Rajoy salió a tranquilizar al resto asegurando que también recibirán inversiones. "El corredor del Mediterráneo abarca a varias comunidades" aseguró, sin olvidarse de  la Alta Velocidad en el País Vasco, Galicia, o Extremadura.

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