Más de un centenar de conductores acumulan un mínimo de 15 infracciones de la ORA de Santiago de Compostela, según la concesionaria del servicio y fuentes municipales.

La mayoría se concentra en zonas de la ciudad que son un lugar de paso para negocios y visitas empresariales, lo que es aprovechado por los usuarios para no coger (y por tanto no abonar) el tique.

Además, el hecho de que la grúa no retire los coches estacionados sin pagar y que éstos no estén matriculados en la ciudad también contribuye al aumento de la morosidad, señalan las fuentes consultadas.

El Ayuntamiento y la empresa quieren incrementar la dureza con la que se castiga este tipo de comportamientos.

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