Uno de estos familiares, Maribel Presa, madre de un joven de 24 años que falleció en los atentados, y que lloraba a su salida de las instalaciones de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo, ha calificado la sentencia de "injusta" y "una vergüenza".

Carmen Aguado, madre de otra víctima mortal del 11-M, ha coincidido con la anterior en calificar la sentencia de "una vergüenza".

"Teníamos esperanza pero nos han estado engañando y han tenido mucho miramiento con los terroristas", ha opinado.

Penas muy bajas

Eutiquio Gutiérrez, padre de una joven fallecida y cuya mujer también resultó herida en los atentados, ha asegurado tras conocer el fallo que no estaba conforme con la sentencia, además de comentar que había visto muchas injusticias y que la investigación había sido "una película".

Otra víctima que no ha querido identificarse ha considerado también que hay penas muy bajas.

Carlos, un ciudadano argentino que perdió a su yerno en los trenes, ha expresado su "desilusión" por la sentencia porque hubiera preferido unas indemnizaciones menores a cambio de condenas más duras para los autores.

"Aunque a mi hija todavía le deben dinero, su marido ya no va a estar", ha lamentado.

También para esta víctima la sentencia ha pecado de blanda, en especial para quienes transportaron los explosivos, condenados a tres años de prisión.

En los mismos términos se ha expresado la presidenta de la Asociación 11-M de Afectados del Terrorismo, Pilar Manjón, quien expresó su descontento con el resultado de la sentencia y anunció que la "recurrirá" porque no le gusta "que los asesinos anden sueltos".