El Congreso de los Diputados aprobará este miércoles con el apoyo del PSOE, IU-ICV, CiU, PNV y el grupo Mixto, la Ley de Memoria Histórica, que el Partido Popular rechazará porque, a su juicio, "no trata de reparar, sino de confrontar".

A la oposición del PP se unirá también, aunque por motivos muy diferentes, la de ERC, grupo que no apoyará el texto pactado entre el PSOE, IU-ICV, CiU y PNV al considerar que no termina con el "sistema de español de impunidad" instaurado durante la Transición.

En la víspera de la aprobación en pleno, el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, ha insistido en que si el Gobierno hubiera querido que se avanzara en el reconocimiento y ampliación de derechos en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura habría aceptado las enmiendas de su grupo, mucho más "generosas" en este sentido.

Recuperación del espíritu

Para Zaplana, que ha vuelto a reclamar la recuperación del espíritu de consenso de la Transición, esta es una ley de "confrontación y enfrentamiento" y un "error", por lo que se ha mostrado convencido de que muchos socialistas y gentes de izquierdas "pasarán un mal día" cuando recuerden a sus familias.

Sobre la ley también se ha pronunciado el portavoz de IU-ICV, Joan Herrera, cuyo grupo se ha felicitado porque se haga una condena rotunda de la dictadura y por los avances para eliminar los símbolos franquistas en los edificios públicos y privados así como por la declaración de ilegitimidad de los juicios celebrados durante la Guerra Civil y el franquismo.

Herrera ha mostrado su confianza en que, una vez aprobada, la ley sirva como base para conseguir la nulidad de dichas sentencias y en que, si se producen modificaciones de última hora en el texto, signifiquen una mejora de la ley.

Pese a su rechazo al texto, el PP votó a favor de algunos cambios en la ley durante su debate en la Comisión Constitucional, como el que persigue "despolitizar" el Valle de los Caídos.

El PP ha intentado alcanzar un acuerdo con el PSOE

En las horas previas a la aprobación por el pleno de la ley, el grupo popular ha intentado además alcanzar un acuerdo con el PSOE, con la intermediación de CiU, sobre el artículo que prevé la retirada de los símbolos franquistas de edificios públicos y privados, incluidos los de la Iglesia.

Dicho artículo hace excepciones para los casos en que las menciones sean de estricto recuerdo privado o cuando concurran razones artísticas y arquitectónicas protegidas por la ley, a las que el PP quiere, con el apoyo de CiU, que se sumen también las razones "religiosas".

Independientemente de que este cambio sea aceptado por el PSOE, la norma no tendrá problemas para salir adelante y continuar su andadura en la Cámara Alta, donde se tramitará por el procedimiento de urgencia.