Ante estas intervenciones, el vicepresidente de la Cámara, Diego Calvo, que en esos momentos se encontraba efectuando la labor de moderador de la sesión, decidió expulsar a los trabajadores que interrumpieron la respuesta de Francisco Conde a una pregunta del diputado nacionalista Luís Bará, en la que alertaba de la pérdida de empleos en la automoción derivada de la "deslocalización" de empresas hacia el norte de Portugal.

En respuesta a ello, el conselleiro ha asegurado que la apuesta del Gobierno gallego por la "innovación" y por la "industria 4.0" permite al sector de la automoción gallego competir y diferenciarse de otros países. "La innovación es el elemento diferenciador", ha destacado Francisco Conde, que ha dejado claro que "Galicia no va a competir ni en salarios ni en condiciones laborales", sino en "innovación y en talento".

Asimismo, el titular de Economía, Emprego e Industria ha destacado que la Xunta "está modernizando el sector con hechos". Así, ha destacado que en los últimos cinco años, el Ejecutivo autonómico puso en marcha apoyos por "más de 100 millones" al sector, que permitieron "movilizar unos 600 millones" y sirvieron para que "la industria de la automoción gallega tenga un horizonte consolidado".

Además, ha vinculado la activación de estos apoyos por parte de la Xunta con la decisión de PSA Citröen de construir la furgoneta K9 y el modelo V-20 en Vigo, así como al hecho de que "los puestos de trabajo lleven creciendo en los últimos años a un ritmo medio del 7%".

INTERVERNCIÓN DE LOS SINDICATOS

Por su parte, en declaraciones a los medios tras ser expulsado, uno de los trabajadores y representante sindical, Paco Siro, ha acusado al conselleiro de "estar mintiendo claramente" y le ha pedido que "no juegue con el pan de la gente".

En este sentido, ha señalado que la empresa principal, PSA Citröen, desde que empezó la crisis "está en el 50% de la plantilla". "Pasó de casi 11.000 trabajadores a 5.7000 y, si eso es así en la empresa principal, imaginaros lo que está ocurriendo en las auxiliares", ha advertido.

Además, ha denunciado que las personas que "están empezando a trabajar" actualmente "lo hacen con salarios de 700 euros"

frente a los "1.000 o 1.200 de antes de la crisis". "Estamos perdiendo puestos de trabajo y capacidad adquisitiva, el problema es que los demás no se enteran y no hacen absolutamente nada" para solucionarlo", ha añadido.

Por último, ha asegurado que "hay un dato absolutamente demoledor", que es el hecho de que "las últimas 14 empresas que se asentaron en la Eurorregión lo hicieron en el norte de Portugal".