La investigación comenzó hace dos meses cuando, agentes del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Badajoz, tuvieron conocimiento de la posible existencia de un punto negro de droga en la zona centro de la capital pacense.

Así, en sus gestiones, los agentes lograron la localización del domicilio en el que "habitualmente, y a cualquier hora del día, conocidos consumidores de sustancias estupefacientes, transitaban por la calle Sepúlveda" y entraban al lugar "durante un corto espacio de tiempo", según informa la Policía Nacional en nota de prensa.

También los policías lograron la "plena identificación" de los moradores del lugar, y tuvieron conocimiento de que en esta vivienda "no guardaban gran cantidad de droga, ante la posible actuación de la Policía".

Con esta información, los agentes llevaron a cabo "discretas vigilancias" en este domicilio y sobre los moradores del lugar, aunque apuntan que "eran sumamente complejas, ya que en esta zona se conocen todos los vecinos y es fácilmente detectable la presencia policial".

Así, con la debida autorización judicial, la tarde del pasado viernes, 3 de marzo, los agentes actuantes llevaron a cabo una entrada y registro en la vivienda citada, en la que encontraron "grandes medidas de seguridad", como varias puertas de hierro con numerosos cerrojos de grandes dimensiones.

En el domicilio se intervinieron 460 gramos de cogollos de marihuana, 150 gramos de hachís, 3 básculas de precisión y diversas armas prohibidas, entre ellas una pistola táser y una escopeta manipulada.

Los detenidos son dos varones de 24 y 26 años de edad, con antecedentes, quienes tras la instrucción del pertinente atestado fueron puestos a disposición de la autoridad judicial por un presunto delito de tráfico de drogas.