La suspensión -hasta el 14 de dicho mes- se ha acordado por parte de la jueza después de que el ministerio fiscal lo haya solicitado en la vista oral celebrada este jueves, al no haber comparecido la dueña de los animales, que fue quien denunció los hechos y que está citada como testigo, por causa de enfermedad.

Desde la defensa se han opuesto al aplazamiento, al asegurar que la mujer ha renunciado a estar en la causa y que "no hay hechos ni hay caso", sino que se trata de "una denuncia falsa". Además, han señalado que llevan cinco años de "sufrimiento" y que los acusados tienen animales en casa.

Los hechos que se han investigado en este procedimiento sucedieron en marzo de 2011. Según las conclusiones iniciales del fiscal, los acusados se pusieron de acuerdo con el "ánimo de acabar" con la vida de los animales.

Así, supuestamente "arrojaron bolitas de carne cruda envenenada" a través del muro medianero que separaba su vivienda, en la capital malagueña, de la de su vecina, según se indica en el escrito de acusación provisional del ministerio público.

Ese alimento "fue rápidamente ingerido por los gatos" de la vecina, causando la muerte a cinco de ellos por fallo circulatorio y metabólico sistémica; mientras que otros tres no fallecieron por la rápida intervención de la dueña.

A estos tres les practicó un lavado de estómago y los trasladó al veterinario, aunque a los animales, señala la acusación pública, le han quedado secuelas que consisten en "tener que tomar medicación y una dieta de por vida".

Por estos hechos, el fiscal acusa al hombre y a la mujer por un delito de maltrato animal, solicitando la pena de nueve meses de prisión para cada uno. Además, se insta a que ambos indemnicen de forma conjunta a la dueña de los gatos con la cantidad que se acredite por el valor de los gatos fallecidos y los gastos médicos.