Parque Natural Sierra de Cebollera, el ‘pulmón verde’ de La Rioja

  • Los bosques de pinos y hayas transpiran vida en el sur de La Rioja.
  • La erosión fluvial esconde rincones de gran belleza.
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Parque Natural de Sierra de Cebollera.
Parque Natural de Sierra de Cebollera.
Gobierno de La Rioja.
Parque Natural de Sierra de Cebollera.

El estigma de los campos de La Rioja peinados por hileras de viñedos es una idea que vende turismo pero que esconde o tapa a otras maravillas de la naturaleza en suelo regional. El sur de la comunidad autónoma es ‘tímido' porque no presume de uva pero es consciente de ser un seguro de vida. Y es que La Rioja respira gracias a su abundante vegetación.

Allí, en la comarca de Los Cameros, concretamente entre el puerto de Santa Inés y el de Piqueras, está el Parque Natural Sierra de Cebollera. Es el ‘pulmón verde' de la región en el que los bosques de hayas y pinos respiran por todos los riojanos.

En la anatomía de Cebollera, los rincones mágicos se extienden como las migas del cuento en un recorrido apto para todo tipo de ‘duendes' de la montaña o ‘trolls' de fin de semana. Así, en una caminata matinal se puede disfrutar de un paseo por las cascadas de Puente Ra, en las que el Ra, afluente del río Iregua, juguetea en su curso con la orografía y dibuja espectaculares saltos de agua. Para hacer este recorrido es recomendable arrancar del área recreativa del Achichuelo, como indican los guardas y técnicos forestales del Parque.

La erosión fluvial alcanza su máxima expresión en los Hoyos de Iregua, lagunas formadas por la erosión de los glaciares. Como informan los propios guardas de Cebollera, "el hielo que cubría los montes durante el Cuaternario excavó en la roca pequeñas depresiones donde ahora se acumula el agua y la nieve". Hoyo Mayor, Hoyos de Iregua y la Majada de las disecadas son ejemplos de esta peculiar erosión.

Sin embargo, el caminante se puede cansar en estas excursiones; recomendable es la parada en la ermita de Lomos de Orio, lugar ideal para degustar de las viandas que se lleven en la mochila. Pero no todo es flora, el visitante de Cebollera también puede disfrutar de un parque de esculturas elaboradas con materiales naturales y el Museo etnográfico de San Andrés.

El parque duerme en la extensión entre Villoslada de Cameros, Lumbreras, el Horcajo y San Andrés, un total de 23.640 hectáreas.

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