Los enviados de EE UU a México suavizan las posturas de Trump

  • Aseguran que no habrá deportaciones masivas ni operaciones militares contra los inmigrantes mexicanos.
  • Sin mención al muro o al TLC, la reunión fue más tranquila de lo que se esperaba.
  • Trump aseguró que la deportación de mexicanos es una "operación militar".
  • Un deportado por EE UU se suicida en la frontera con México
El secretario de Seguridad Nacional John Kelly en su visita a Guatemala.
El secretario de Seguridad Nacional John Kelly en su visita a Guatemala.
EFE
El secretario de Seguridad Nacional John Kelly en su visita a Guatemala.

Los secretarios de Estado y de Seguridad Nacional de EE UU, Rex Tillerson y John Kelly, suavizaron este jueves los agresivos mensajes de Donald Trump contra México en materia de migración, en una tensa visita al país latinoamericano en la que derivaron en parte la responsabilidad del problema a Centroamérica.

El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, aseguró ante el secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray y el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, que no habrá deportaciones masivas ni operaciones militares contra los inmigrantes mexicanos en su país.

"Quiero dejar muy claro que no va a haber deportaciones masivas", afirmó Kelly, que también subrayó que "el Departamento de Seguridad Nacional actuará conforme a derecho y respetando los derechos humanos". "No habrá uso de fuerzas militares en operaciones migratorias", agregó Kelly, de visita oficial en el país con el secretario de Estado, Rex Tillerson. El secretario ya había negado las deportaciones masivas en su encuentro con el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, en su visita previa al país antes de su llegada a México.

Tillerdon y Kelly sostuvieron un encuentro también con el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, pero la migración centró hasta tal punto la declaración bilateral que Meade ya no apareció ante los reflectores ni hubo referencia alguna a la exigencia de Trump de renegociar a favor de EE.UU. el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994 entre México, Estados Unidos y Canadá.

Tampoco hubo un solo comentario sobre el muro que el presidente estadounidense quiere construir en la frontera de 3.000 kilómetros que comparten y hacérselo pagar a México, en parte también porque no hubo preguntas de la prensa.

De esta forma, una visita que se preveía "difícil", como aventuró Trump desde Washington este jueves, resultó más tranquila y sobre todo tranquilizadora para México, cuyo presidente recibió después durante una hora a Tillerson y Kelly.

"Operación militar"

Horas antes, por la mañana, Trump habló de John Kelly, afirmando que su trabajo está siendo "increíble en la frontera" porque, "por primera vez", se está sacando de EEUU a pandilleros, narcotraficantes y "tipos muy malos", y a un ritmo "que nadie había visto antes". "Y es una operación militar", enfatizó a continuación.

Trump afirmó que Kelly está siendo "increíble en la frontera" porque, "por primera vez", se está sacando de EE.UU. a pandilleros, narcotraficantes y "tipos muy malos", y a un ritmo "que nadie había visto antes". "Y es una operación militar", subrayó a continuación el gobernante republicano.

Centroamérica

Kelly resaltó la importancia de que haya una "estrecha colaboración" con México en la cuestión y reveló que con sus interlocutores mexicanos conversaron sobre "la necesidad de reducir las causas de expulsión de migrantes de Centroamérica".

De esa región proceden muchos de los inmigrantes irregulares que llegan a EE.UU. vía México, un país que asegura ser ahora más de tránsito que de origen de la diáspora hacia el norte.

"La falta de oportunidades económicas" en los países centroamericanos es lo que provoca que "esa maravillosa gente" tome esos riesgos, lamentó Kelly.

Por su parte, Videgaray anunció que los Gobiernos de México y EE.UU. acordaron celebrar una reunión con las naciones del Triángulo Norte centroamericano -El Salvador, Honduras y Guatemala-, Canadá y Colombia, entre otras, para abordar el fenómeno migratorio y buscar políticas de desarrollo que desincentiven el éxodo de personas.

Ese encuentro deberá fomentar un "diálogo constructivo" entre naciones en aras de crear "una responsabilidad regional conjunta para el desarrollo de América Central", explicó.

"El diálogo será largo"

A la reunión de este jueves, Videgaray afirmó que existen "coincidencias" entre los Gobiernos de Enrique Peña Nieto y de Donald Trump, pero subrayó que el diálogo entre ambos sobre temas polémicos, como la migración y el comercio, será "largo".

El canciller hizo hincapié también en la "necesidad" de que las decisiones que "afectan a ambos" países "sean decididas por ambos", en aparente alusión a las políticas unilaterales anunciadas por Trump sobre las deportaciones de inmigrantes mexicanos en EE.UU. o la construcción de un muro en la frontera común.

México, irritado con las políticas de Trump

México expresó también "preocupación e irritación" por las políticas del Gobierno del presidente Donald Trump hacia la nación latinoamericana. "Existe preocupación e irritación ante lo que se percibe como políticas que pueden ser perjudiciales para los mexicanos", afirmó el canciller.

Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto, analizará si recibe a los enviados de Trump en función de los resultados de esta reunión.

"La recepción en (la residencia presidencial de Los) Pinos se dará, si se da, en el contexto de los acuerdos que se puedan lograr en el transcurso" del día, dijo el secretario mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, a la cadena Televisa.

"Todo depende de los acuerdos a los que se llegue y si hay cosas importantes y propositivas, o mensajes muy claros que hay que enviar a través de estos emisarios", añadió Guajardo, que subrayó que la condición es que "haya elementos de sustancia".

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