«El límite sólo lo marca la imaginación del cliente», señala Pablo Beneit, gerente de la firma. Este artesano proviene de una saga familiar que inauguró su abuelo, Juan Beneit, allá por 1929. Dedicados a trabajar para terceros –entre sus marcas figuraba Pierre Cardin– la crisis del sector forzó que cambiaran hacia la especialización.
«A raíz de un anuncio que publiqué en Internet, contacté con una empresa alemana y comenzamos a trabajar con ellos; luego lanzamos nuestra marca», comenta. «De eso hace ya casi tres años».
Tacones de vértigo
Ahora, la dedicación a los productos a medida copa su producción. «Generalmente, todo se trabaja con cueros, pieles... en fetichismo, cueros negros y rojos, también algo en blanco», afirma Pablo.
«Hemos llegado a fabricar tacones de un metro», y eso que el récord Guinness está en 42 centímetros. «Los que más éxito tienen son los tacones altos, en todas las tallas, sobre todo para caballeros; de hecho, fabricamos desde el 35 hasta el 48», aclara.
Según este diseñador de pasiones, la mujer demanda más el zapato de go-go y el de fantasía para ocasiones especiales. «El fetichismo en el zapato femenino busca más el lujo, la sofisticación y la combinación», asevera Pablo.
Su calzado puede incluir cristales de Swarovski, incrustaciones con piedra holográfica o, incluso, fotografías realizadas con láser.
Vuelven locos a los ‘guiris’
Su mercado, más internacional que nacional, abarca países como Alemania, Bélgica, Inglaterra o Suiza. «Los clientes son gente del espectáculo y fetichistas, sobre todo de Alemania, les encanta este tema y nos veneran como marca de culto», comenta el gerente, Pablo Beneit.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios