Los vecinos de la plaza del Humor, afectados por la celebración de botellones a la puerta de sus casas, celebrarán esta tarde a las 20.30 horas una reunión en la calle para decidir las medidas que tomarán para acabar con los problemas que la movida nocturna les provoca desde hace años. Dicen que ante la falta de soluciones municipales, no descartan ninguna medida y mantienen su idea de iniciar movilizaciones (caceroladas, un botellón frente a la casa del alcalde...).

Desde hoy, le dan una semana de plazo al Ayuntamiento para que les presente medidas efectivas. Lo que ellos quieren es que el Gobierno local regule este tipo de concentraciones con una normativa que prohíba beber en la calle, aunque desde María Pita han aparcado por el momento la palabra "prohibir" para iniciar la redacción de una ordenanza que regule el uso de la vía pública.

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