"Tras la operación de apendicitis la doctora me dijo: 'Su hijo sale muerto'"

  • El padre del fallecido contradice la versión de los seis médicos acusados de homicidio imprudente.
  • Niega que la víctima tuviera síntomas contradictorios: 'Mi hijo se calía del dolor'.
  • Afirma que los médicos se limitaban a redireccionar al enfermo a otros facultativos.

"Mi hijo se caía del dolor. Gritaba y sufría muchísimo. Los médicos venían, le miraban y decían 'que lo mire otro'. Al final le operaron de apendicitis, y después la doctora me llamó y me dijo: 'Sale muerto del quirófano. No le hemos podido coser'".

Es el testimonio del padre del hombre de 39 años fallecido en junio de 2005 en el Hospital de Basurto, después de esperar 20 horas para ser operado de apendicitis. Esta mañana han comparecido en calidad de testigos el padre y la madre de la víctima en el segundo día de juicio contra seis médicos del hospital por homicidio imprudente. El fiscal pide 2 años de cárcel y 86.000 € de indemnización para la familia del fallecido.

La declaración de los familiares contradice y mucho la versión de los imputados. Éstos sostuvieron ayer que su actuación fue impecable; que el caso fue tan atípico que nada pudieron hacer. Achacaron la espera de 20 horas para ser intervenido a que los síntomas del paciente eran contradictorios.

Afirmaron que el dolor era intermitente, cuando en caso de apendicitis éste siempre va a más. También aseguraron que el apéndice de la víctima estaba escondida tras el intestino grueso, y que por eso en la ecografía que le practicaron no encontraron nada. Signos inusuales que les impidieron realizar un diagnóstico correcto y a tiempo, según su declaración.

Hay que recordar que la víctima acudió el 19 de junio a Urgencias de Basurto. Los médicos descartaron que le ocurriera nada grave y le mandaron a casa. Al día siguiente volvió y estuvo 20 horas en observación hasta ser operado de apendicitis.

Pero el padre del fallecido niega la versión de los seis médicos. En una intervención entrecortada por el llanto, explicó al tribunal que para empezar, de dolor intermitente, nada de nada. "Ya el primer día que le mandaron a casa se caía al suelo del dolor. En casa mi hijo me dijo: 'Papá, no puedo más'. Entonces volvimos a Basurto. Mi señora le tuvo que vestir porque él ni podía hacerlo por los achaques".

Ya en Basurto, el padre lamentó que desde la madrugada del 20 de junio que llegaron hasta las 20.45 horas que le operaron, el único tratamiento que recibió fue analgésico para el dolor. "Los médicos entraban, le miraban, le daban medicamentos y decían: 'Que lo mire otro, que lo mire otro'. Así todo el santo día", relató compungido.

Al terminar la operación, la doctora se acercó al padre. "Y me dijo muy seria: 'Su hijo sale muerto. No le hemos podido coser'. Me contó que tenía la piel podrida o algo así".

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